BEETHOVEN - Prólogo

Estatua de Beethoven en el Parque de Bonn

Prólogo

BEETHOVEN: UNA OBRA PARA EL FUTURO

La culpa de que me de por escribir sobre el Genio de Bonn la tiene un ignorante o farsante, o sencillamente, un subnormal, que va de musicólogo por la vida y que no voy a citar su nombre; escribir nombres en textos que uno piensa que van a ser para el Futuro, es un error tonto; inmortalizar a la gente no se debe hacer sin ton ni son.

El caso es que de Beethoven he leído muchas cosas, unas interesantes y otras, -la mayoría- nada interesantes y todo lo insultantes posibles.

¿Qué hay que hacer con la vida de los Artistas que son geniales y a uno le interesan? Ver su obra, analizarla si se quiere, o simplemente contemplarla. Pero entrar en las menudencias de la vida personal de alguien que ha hecho cosas para el Futuro, que ha hecho cosas que nadie en todo el planeta ha hecho, es de personas poco serias y poco pensantes.

Yo, en mi particularidad más profunda, lo que he hecho con la vida de Beethoven ha sido y es, deleitarme con su música lo primero, luego analizar lo que cuenta en esas músicas, después interesarme por su vida personal y particular, pero desde el punto de vista Almático, o de Alma, vaya. He esperado, he tenido paciencia y en estos momentos estoy más o menos apto para dar una aproximación de lo que es la Vida de un Dios hecho de sí mismo y de su esfuerzo, de su Tesón y su Paciencia, de su Realeza y su categoría como Persona Espiritual.

Para escuchar la Obra de Beethoven hace falta toneladas y toneladas de Pasión, de Pasión cristalina y limpia de toda impureza. Todo aquello que leas sobre un genio recházalo de todas todas, no habrá ni un ápice de verdad.

El tonto al que he mencionado al principio, dice que Beethoven compuso la mayoría de sus obras para sí mismo y para su egocentrismo, y que no pensaba en nadie más. Y que sin embargo la Novena Sinfonía, la más grande de las Obras compuesta por el autor -según el idiota ese, claro- la hizo pensando en la fraternidad de la humanidad y todo ese rollo falso y patatero. Bueno, eso último no lo llega a decir pero lo dicen otros muchos.

Pues no, Beethoven compuso TODA su obra sin excepción para el Futuro, no de la interpretación o de cómo interpretar, no de lo que es música o no, no, compuso su obra para conectar a las Almas y con las Almas del Futuro más Extremo e impensable con lo que él quería decir, con lo que él quería expresar y sentir.

También es cierto que cuando uno está cansado y aburrido de la humanidad -(y Beethoven lo estaba)- hace las cosas para sí mismo, pero por la razón que acabo de exponer, por ese sentimiento de Futuro de Almas que sí comprenderán lo que hizo.

Beethoven no pensó en la fraternidad de ninguna humanidad ¿Cómo iba a pensar eso cuando la gentuza vienesa le hacía la vida imposible? Beethoven creó la Novena Sinfonía para el Futuro de una gente civilizada que algún día existirá en algún sitio, que no necesariamente tiene que ser éste nuestro planeta tal y como lo conocemos ahora.

En Beethoven es muy arduo decir cual es la más grande de sus composiciones. Normalmente se suele decir que es la Quinta Sinfonía o la ya citada Novena, pero eso es por la pesadez de las emisoras de radio que se obcecan en decirnos que Beethoven sólo compuso dos o a lo sumo tres sinfonías, tres o cuatro sonatas y la mal titulada bagatela "Para Elisa", y ya está, Beethoven el resto del tiempo se lo pasó mirando las musarañas de los valles del Rin, no, hombre, no.

Se que el tiempo no es nada, que uno puede vivir cien años y no haber hecho ni la o con un canuto, o vivir los años que sean y ser famoso por una sola obra, como por ejemplo el caso de Clark con su "Trompeta voluntaria", pero ahí también existe el caso antes mencionado de las emisoras de radio, si la emisora tal sólo pone esa obra de Clark, evidentemente sólo parecerá que ha compuesto esa obra. Por suerte yo he escuchado más obras de ese genial autor y me siento mucho mejor, la verdad.

El caso es que Beethoven tiene una obra muy extensa y muy densa. Es de libre albedrío decidir si uno se queda con las sinfonías nada más, o con las sonatas, o los cuartetos, tríos, y demás repertorios, pero lo mejor es dedicarse a un Autor y luego si se puede a unos cuantos más, por aquello de extenderse más en el conocimiento de otros.

Una de las facetas musicales más desconocidas de Beethoven es la obra de cámara, y en especial la de los cuartetos de cuerda. ¿Cual puede ser la razón? Una, que en Beethoven es muy difícil saber en qué época realmente compuso tal o cual cuarteto. Normalmente los musicólogos o simples estudiosos de la música saben que una obra concreta se compuso en tal fecha porque el autor la firmó con esa específica fecha, y en el caso de Beethoven es aún más puntualizado; toda su obra la quiso tener reunida en dos catálogos, ya hablaremos de eso.

Pero el hecho es que cuando Beethoven compone una música no se fija tánto en el tiempo en que vive como en lo que está viviendo internamente. El caso del Cuarteto número uno es un claro ejemplo de lo que digo. Su segundo movimiento es de tal magnitud que decir que "este cuarteo es de los primeros que hizo en su más tierna juventud" es una patochada, porque de tierna juventud nada, es una obra de abismos incalculables que tan sólo un Inmortal podría crearla.

Hay una obra que me gusta mucho escuchar, sobre todo por cómo la presenta el locutor. Se trata de la primera sonata para violonchelo y piano; el locutor dice que se nota que es la primera de esas obras para tal formación, de cuando aún Beethoven vivía en Bonn. Yo me parto de la risa porque cuando empiezo a escucharla -y ya son muchas las veces que lo he hecho- se me viene a la imaginación sonora toda una orquesta tocando esa pedazo de sinfonía, porque en realidad de sonata sólo tiene el conjunto, porque su música es realmente colosal.

Dentro de los cuartetos de cuerda que antes he mencionado, hay algunos que aún hoy no se entienden, y tampoco se hace mucho por entenderlos, y que son la rehostia. Hoy, mientras leía las tonterías del musiculucho ese, escuchaba el cuarteto número doce, un cuarteto de grandiosidad insondable, de estructuras casi ininterpretables para ni tan si quiera una orquesta. A partir del cuarteto mencionado hasta el dieciséis, los musicólogos están obligados a decir que son obras muy difíciles y que hay que estar muy preparado para escucharlas.

¿Preparado? Es posible, pero preparado para dejar los prejuicios aparcados muy lejos de nuestra mente, y preparado para recibir auditivamente emociones más fuertes que las que puede transmitir una pantalla con imágenes de mucha acción y aventura.

La obra de Beethoven comprende más de seiscientas obras, catalogadas en dos partes, las que tienen número de Opus (obra) y las que no lo tienen, que vienen especificadas como W o o, (obra sin número de catálogo en Alemán, claro). Yo soy un fanático de Beethoven, cierto, pero digo sin ningún género de dudas que todas y cada una de esas obras, incluídas las de fuera de opus, son una genialidad y muchas de ellas una obra maestra.

¿Por qué Beethoven hizo dos catálogos? Por su sentido de la calidad, para él no era lo mismo las Canciones Galesas que la sonata número quince, por ejemplo, pero para nada quiere decir que esas canciones galesas fueran malas o de baja calidad.

Hay obras de Beethoven que todavía no se han interpretado, porque los "especialistas" y los "entendidos" piensan que son obras de poco interés y que podría haberlas hecho cualquiera. Un caso de eso que digo es el de la obra titulada "El Momento Glorioso"; no hay manera de encontrarla por ningún lado, y es que pasa lo que he dicho antes, no interesa.

Ocurre una cosa muy curiosa en la obra del genial autor del que estamos hablando, y que a mí me resulta muy notable; hay géneros musicales que Beethoven sólo los visita una sola vez, y de esa sola vez saca algo Maestro, algo que no necesita más repertorio. Un ejemplo de lo que digo es su polonesa, sólo tiene una, y es genial, única, y además poco conocida. Sencillamente ocurre que no necesitaba hacer más, ¿para qué? con una demostración hay suficiente. Eso se puede ver en el caso de Chopito, (Chopin), éste autor tiene tropecientas polonesas, y todas son iguales, sólo varía el tiempo de ejecución. Claro, que uno imagina que Chopito hiciera montones de polonesas porque él era Polaco, sino, no tiene otra explicación.

Otro ejemplo de obra única en Beethoven es el género denominado Nocturno, obra que transcurre de manera apacible y sin mucha transcendencia. Beethoven sólo tiene un nocturno, y además de apacible es pasional, es algo que te saca de tus casillas conceptuales de lo conocido como Nocturno. Además Beethoven sólo tuvo que hacer una pequeña variación de instrumento de un trío para piano y cuerdas que ya tenía compuesto. ¿Morro? no, simple lógica. Alguien le pediría un nocturno y Beethoven, -poco dado a realizar encargos- le dio lo que quería haciendo un pequeño cambio.


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