Has hecho bien en optar por entrar en esta mágica página que está casi sin hacer, pero que tenía ganas de confeccionar para aunque sea exponer la idea. Y la idea es dar un toque lírico-científico a este mundo tan maravilloso que es el de las plantas, para ello cuento con la estimada ayuda de una gran Biólogo que se llama Susana, especialista en plantas de todo tipo y que si el tiempo se lo permite echará una mano en tener cuidada técnicamente lo que se trate en en esta página.

También contamos con la ayuda de un equipo estupendo que está trabajando sobre este maravilloso Universo del Reino verde, se trata de José Manuel Sánchez y su página de plantas a la cual puedes acceder si pinchas con cuidado, no vayas a romper la pantalla, sobre esta línea que te lleva directo a la sabiduría más profunda,, así que venga, dále. De todas maneras hay un enlace más normal allá abajou.

Espero que te guste de verdad y que si quieres mandarme algo al respecto, pues ya sabes, abajo está todo dispuesto.

No existe árbol más mágico y más Inmortal que el Eucalipto. Su manera de crecer y de extenderse por los aires es algo único en el Reino Verde.

Jamás deja que sus hojas lo desnuden, es fuerte como un Coloso. Los fríos no le asustan y el calor menos todavía. Tienen sus hojas la capacidad de orientarse según esté el Sol dando en su fronde.

Viene de muy lejos, aunque si estamos en el lugar de su descubrimiento estaremos en la mismísima selva Australiana. Los Eucaliptos de Australia son los Eucaliptos por antonomasia, aunque han logrado acomodarse en todo aquél terreno que se le ha querido poner.

Los hay Rojos, Verdes, Globulosos, Medicinales, Lanceolados, Exuberantes, y todos ellos renacedores como el propio Fénix que surge de las cenizas más carbonizadas.

En Australia hay inmensos incendios que lo único que hacen con el Eucalipto es reforzarlo y hacer que nazcan sus retoños más fuertes que antes.

Se dice que son tres las vidas que tiene un Eucalipto cuando se le tala, pero me parece que son más, que son infinitas veces, pues sus raíces son tan fuertes y tan nobles que no por mucho que lo cortes va a dejarse matar. La muerte no existe, pero en el Árbol de la Vida, aún menos.

Cuando el Eucalipto llegó a España casi todo el mundo se enfadó; "Se come todos los nutrientes de la tierra", pero es que en España como en tántos otros países no se entiende en la mayoría de los casos a los Vegetales Mayores, pues como no hablan ni hacen cosas que se puedan ver en un instante, "no deben de estar muy vivos".

Pero si hay verdadera vida en Arrakis, a parte de las buenas personas que hay en la Kronos y algunos más que andan despistados por ahí, es por los Árboles, y en especial por los Eucaliptos. Gracias os doy también a vosotros, Reyes del Reino Verde; he visto cómo los Dioses os han alumbrado con su mirada, así que andar tranquilos. Además llegasteis al Jardín de los Mundos, y eso ya lo dice todo. Un abrazo sentido os mando.

L A A D E L F A /\/\/\/\/\/\/\/\/\

Podríamos decir a groso modo que se trata de un planta Peligrosamente Bella o viceversa.

Es verde oscura, o se, no sólo es verde, sería muy poco para una Reina como es la Adelfa. Sin embargo por el envés es de un verde del color de esos ojos que a veces tienen las Hadas, Verde Claro.

Sus hojas son espigadas, y muy puntiagudas, tánto lo son que si estás trabajando con ellas y te despistas, puedes quedarte lisiado de algún ojo.

Uno de los componentes de la Adelfa es altamente tóxico, con una pequeña cantidad de cualquier parte de la planta es suficiente para crear el veneno más poderoso de los venenos. Existe la anécdota de unos excursionistas que tuvieron la feliz idea de remover su potaje con una "inocente ramita" de Adelfa y todos perecieron a los pocos minutos.

Es por esto que no hay insecto libador que se atreva a acercarse a la Adelfa cuando ésta florece a finales de la Primavera, principios del Verano.

Las flores de la Adelfa son deliciosas en todos los aspectos; los colores son sugerentes al máximo, el Rojo sobre todo, con betas blancas que la hacen de cuento. También las hay Rosas y Blancas, pero no son tan Magníficas. Su aroma podría emborrachar al más enamorado de los enamorados. Todavía no he tenido la oportunidad de apreciar un olor en ninguno de los perfumes más caros que se pueda parecer ni por asomo al perfume embriagador de la Adelfa.

La Adelfa es una planta de origen Mediterráneo, crece a las riveras de los ríos y se puede convertir fácil en un buen árbol arbustivo, que no es lo mismo que un árbol, pues no sobrepasa los cuatro metros. Pero no quiere decir que no crezca en otros lugares que no sean de clima Mediterráneo, crece en cualquier sitio donde tenga buen sol y buen agua, y sus dueños le den mucho Amor, claro. Aguanta el frío helado del invierno más duro y soporta los calores de verano más abrasador.

Tiene algún que otro enemigo insectil, pero rara vez sucumbe a ellos; su fuerza se lo impide.

La Adelfa es digna de encontrarse en todo Jardín que se precie y que sea de verdaderos amantes de las Plantas.

LA APTENIA

Muy buenas:

De algún modo sé que estoy como dando de lado a la realidad que nos rodea, pero no, no lo creáis, amigos Krónidas, es sólo un parecer, y es que a uno le gustaría tratar todos los temas y estar las veinticuatro horas del día leyendo las cosas interesantes que se publican en la Kronos. Para que os hagáis una idea, hoy, Viernes, he empezado a leer las cosas que salieron el Lunes, y gracias a que lo he imprimido y gracias a que cojo un tren todos los días en el cual puedo aprovechar para leer, sino, ¿de qué? . Pero la idea me gusta, pues para qué perder el tiempo en libros muertos que están escritos para el momento la mayoría de ellos. Nada, nada, si hay que leer que sean las palpitantes y vivientes letras y palabras que salen de nuestros corazones volando hacia Kronos.

Y requetepensando en la muerte, en la vejez y todos esos macabros temas, hoy, que estoy en el Jardín de los Mundos viendo chiribitas mientras contemplo tooooodas las plantas en flor, me he dicho, "muerte, en el Jardín de los Mundos, ¿la muerte?, una leche". Así que tengo más argumentos para no pensar en marcharme nunca, porque si el Jardín de los Mundos se queda sin alguien que lo cuide, ¿qué? ¿lo voy a dejar en manos de la sssabbia naturalessssa?, ¡Ja!, va lista la naturalessssa para que yo haga eso.

Leyendo a Manú el Lunes, me quedó una cosa muy clara; pensar en la muerte es ser un irresponsable, porque si de verdad estás dispuesto a morir sin más, es que estás dispuesto a abandonar todo aquello que has empezado, todo aquello de lo que te has hecho en cierto modo, dueño de tu creación, de tu idea, de tu propósito, de lo que amas, de lo que adoras de lo...

Nuestro querido KIKO nos dice que el tiempo, el cuerpo, y todo lo que poseemos no es en realidad nuestro; ¿no será otra forma de desentendernos de la vida creyendo que hay algo que lo sustenta? El Jardín de los Mundos, que ya está crecidito y podría valerse por sí mismo, necesita de personas que le cuiden, de personas que le amen, que le den cariño, que le sustituyan una planta que se ha secado, que le rieguen en aquellas zonas donde hay plantas jóvenes, en fin, cuidados, no puede ser un bosque de esos abandonados de las manos de los dioses, y menos a la de dios, que es más terrible aún.

Pensé en una de las plantas que más me ha llamado la atención desde hace unos años, su nombre popular o más conocido es Aptenia, no viene en muchos libros, su símil es con la Uña de Gato o Urticaria Tomentosa. Es una planta muy fuerte, vivaz, del tipo de los cactus, o sea, es crasa, y en sus hojas conserva la humedad que la hace ser gruesa y robusta. Es una planta colgante, así que en una jardinera queda estupenda. Pues esta planta, la Aptenia, es una planta completamente Inmortal, es de más inmortales que yo haya visto; no le importa que el frío la cruja o que el sol la achicharre en Verano, lo que le importa es estar siempre en guardia.

Una de las Aptenias del Jardín de los Mundos la tuve que colocar en un sitio no apto para ella; la luz del Sol no le llegaba, pero no sé cómo hizo que se adaptó muy pronto y en los meses de Junio y Julio empezó hasta a echar flores. Adaptarse, e ahí la cuestión, es lo que el ser humano en general no hace, no se adapta a nada, se resigna a lo que toque y si hay que desaparecer del mapa, pues hale, desaparece. Una planta, cualquiera que sea esta, no hace eso ni en broma, antes se convierte en un yerbajo, pero desaparecer en absoluto.

Hay excepciones en plantas que les da por secarse sin ningún motivo aparente, a esas plantas las llamo "plantas humanas", al principio las llamé "traidoras", pero luego me di cuenta que además de eso eran unas pedazo de humanas que se acongojaban por cualquier nimiedad y se iban a formar parte del humus de la tierra. Ah!, ¿habéis visto?, se transforman y hasta en la inexistencia sirven de algo, cosa que el cuerpo cuando se muere no sirve más que para algunos casos, donar los órganos a otra persona, que cuando esa persona muere, listo, ya no hay más donaciones, puesto que ese o esos órganos ya están más desbaratados que una fregona usada.

De vez en cuando siento el recuerdo milenario de cuando era Árbol, de cuando mis raíces sentían la frescura de la Tierra, de cuando el viento batía mis brazos y saludaba a los astros en adoración plena. Y ese sentimiento me hace estar y sentirme Vivo, una Vivacidad que no es propia de un organismo humano, me siento planta, y sé que con ese sentimiento no podré si quiera, pensar en la muerte.

Que los Dioses nos den larga y Eterna Vida. Con todo mi Amor

LA HIEDRA ------------

La síntesis de Planta y Alma es cada vez más factible, es como una Armonización de la existencia al más puro estilo de la Divinidad.

Desmond Harris es muy bueno llamando al humano "mono desnudo", de esa manera queda como algo inocente y casi "que no sabe lo que hace el pobre". Pero sí que sabe, lo sabe de sobra; es malo por naturaleza, lo de los pesados de Marx y Rosseau está ya muy pasado.

El humano en general lo que es, es un mono loco, peor que cualquier raza de los Mandriles o cualquier primate parecido.

Muchas personas no quieren pensar en ello, quieren refugiarse en la mentira y esconderse de la realidad pesada y densa como el acero líquido.

Por eso siempre pienso en que las plantas son los únicos seres de Arrakis que tienen las condiciones precisas para seguir existiendo y seguir mutando en los seres perfectos de la nueva civilización. Y el hecho de mezclar la Divinidad con las plantas es más sencillo de lo que parece; si nosotros somos dioses encarnados o al menos lo vamos intentando poco a poco y día a día con el tesón y el esfuerzo del trabajo y la creación, todo eso nos lleva a compenetrarnos con el Reino Vegetal, y el Reino Vegetal es Inmortal, así pues de una vez por todas la conjunción sería posible y pasaríamos a un estado de Inmortalidad absoluta.

Es porsupuestamente factible también el hecho de la Reencarnación, pero reencarnar ya sabemos que es una pérdida de tiempo, y cuando quieres estar al mismo nivel que habías estado anteriormente, puedes subir un escalón más, o dos, o los que sean pero después volverá el hecho de la Reencarnación de nuevo.

Y no es que uno quiera ser Inmortal porque sí, porque es divertido o porque me apetece; necesito ser Inmortal a toda costa. Tampoco tengo miedo a la muerte; cualquiera podría analizar el psiquismo de un deseador de inmortalidad y decir que lo que le pasa es que tiene un miedo atroz a la muerte y por eso desea siempre no morir. No se trata de eso.

Quiero ser como la Hiedra, por ejemplo. La Hiedra es una planta milenaria donde las haya. Que se sepa, desde el tiempo de los Romanos esa planta existe, e imagino que antes, en Egipto, también se conocería, estoy casi convencido, vamos, que hasta me acuerdo de eso.

A la Hiedra la puedes podar todo lo que te de la gana, que no muere, vuelve a brotar con más fuerza. Así pues, podemos el pasado de nuestra vida, ese pasado que aún lleno de cosas bonitas y agradables, lo malo y lo perjudicial siempre es más, y ese "más" es dañino para el ser entero y absoluto. La Hiedra continúa su camino eternamente y para siempre, no mira atrás ni un solo instante, quiere abarcar todo el astro, no quiere conocer límites: Así ha de ser una vida personal plena, una vida digna de llamarse Vida.

Al ser humano o mono loco tiene los días contados, pero eso no ha de asustarnos, todo lo contrario: una alegría alborotada nos debería de abrazar para así saber que las cosas seguirán su curso, que nadie matará a nada que no le pertenezca, que no existirá el sufrimiento, que la tortura no se impondrá a nada y la Libertad de verdad será el sueño milenario de los Creadores de Mundos Nuevos; un día la Hiedra querrá tener alas para poder ir a otros lugares, y yo quiero imitarla cuando eso pase.

Como dice Oscar Valdiviezo, que los Dioses nos sean Propicios para y por siempre.

Con Amor

La Pasionaria

Otra de las decenas de cosas que me apasionan en la vida es la Vida de las Plantas y de todo lo que tenga que ver con el Reino Verde, es algo exagerado. El otro día me paseé por el Jardín de los Mundos, hacía mucho que no lo hacía de manera férrea, de manera casi obsesionada.

Con tántas lluvias como están habiendo en las Españas, las plantas y los árboles se están poniendo moráos, o sea, grandes, fuertes, esponjosos y llenos de vida gloriosa.

Todo va bien, las Aralias, los Madroños, las Japónicas, los Acantos, los Escalonios, Jazmines, Evónimus, Aucubas, todo, todo. Y los árboles están de fenómeno, sobre todo el más inmortal de todos los inmortales de los árboles, el Eucalipto, que como cada Primavera renace con miles de brotes deseando crecer y crecer y convertirse en grandes ramotas.

Pero hay una planta que es una de las que más crece y su nombre o uno de ellos es Pasionaria. Otros la conocen con el nombre de Pasiflora, hasta llegar a su nombre técnico que es Digitallis no se qué, pues hay muchos tipos. La que hay en el Jardín de los Mundos es la Pasionaria Pasionaria, la dabuten, la que crece cada día como unos tres centímetros y luego explosiona en flores alucinantes y que parecen hechas por un Dios aburrido en su templo de colores.

Hubo una de las decenas de Pasionarias que han crecido, que me llamó la atención de manera especial; me la encontré atacada por un bicho nefasto para las plantas, el bicho se llama algo así como Vecinus Jodedoriensis, oriundo de los más bajos infiernos y que sale por Arrakis de manera demasiado libertina, no hay nada que lo extermine. El caso es que esa Pasionaria que me llamó la atención días atrás la creí muerta, lo cual me apenó mucho; había crecido tánto que se había enredado en uno de los Eucaliptos gigantes.

Pero el otro día la vi que brotaba por todas partes, estaba dispuesta a remontar el camino que había iniciado meses atrás. Yo la tranquilicé, la dije que le iba a proteger de todo bicho viviente, que creciera sin problemas, que la iba a mimar más que a todas las plantas juntas del Universo. Parece que me ha hecho caso y se ha puesto más contenta que unas castañuelas, y me he fijado por los alrededores del suelo y he visto que su alegría la ha demostrado haciendo que nuevas Pasionarias crezcan a su derredor; me emocioné un montón, claro.

Las PLantas son Inmortales, amigos míos, los seres más Inmortales de todos los que hay en Arrakis, y por eso yo las tengo tánta devoción, por eso muchas veces sueño que me muevo con el viento del atardecer, por eso me abrazo a la Hiedra y desaparezco entre sus hojas verdes. Por eso la Pasión hierve en mis venas cual Savia cuando me enredo con la Pasiflora.

Me gustaría que lloviera Agua de Pasionaria, para que la gente de toda Arrakis se tranquilizara y fuera más pacífica y más reflexiva. Si, porque una de las propiedades de esa magnífica planta es la de tranquilizar nuestro sistema central nervioso, haciendo de su jugo un prodigioso cardiotónico para que las palpitaciones de la vida vayan más acorde con la evolución y la civilización. Y la lluvia de Agua de Pasionaria ha de caer al medio día, que es cuando sus hojas están en el más alto nivel de poder de curación.

Tenía ganas de hablar de la Pasionaria, otro día hablaremos del más grande los Inmortales del cual ya he dicho algo, el Eucalipto.

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