Me
conocéis.
He
estado con los ejércitos de Rokugan y he luchado contra los ejércitos
que despiden el olor de la tumba. Habéis estado conmigo. Habéis
luchado contra mí.
La
Hermandad me ha ocultado bien, pero ha llegado la hora de que
todos nos unamos bajo el sol.
Matsu
Tsuko lo sabía cuando derramó su propia sangre con la hoja de
sus ancestros. No podía servir a la criatura que se sienta en el
Trono Esmeralda, así que escogió la única opción que su honor
le permitía. Fue un acto de valor, no de miedo. Hemos de aprender
lo que esperaba que su acto nos enseñaría.
Aquellos
de nosotros que no servimos a la oscuridad debemos alzarnos contra
ella.
No
tenemos porque hacerlo solos.
Al
Cangrejo, le ofrezco esto:
Tu
elección no es tan fácil como parece. Podéis escoger el camino
de la oscuridad. Si lo hacéis, la victoria de nuestro enemigo será
total. Mirad a vuestro Campeón caído. Esa es su recompensa por
combatir el mal. Elegid sabiamente.
A
la Grulla, le ofrezco esto:
Vuestra
guerra comenzó buscando paz. Ahora vuestro ejercito es uno de los
más poderosos de Rokugan. ¿Mirareis más allá de vuestro empañado
honor y veréis lo que se os pide? La venganza es un arma
poderosa, pero estúpida e impotente comparada con el deber y el
honor.
Al
León, le ofrezco esto:
Si
escucháis, aun podréis oír las palabras de Tsuko en el viento.
Fueron dichas por otro León, hace mil años.
Al
Fénix, le ofrezco esto:
Nada
es seguro, ni siquiera el resurgir del pájaro de fuego caído.
Todo en este mundo debe ser ganado. A veces, el precio es sangre.
Al
Escorpión, le ofrezco esto:
Vuestra
Dama conoce su destino. Sabe que debe hacer. ¿Lo sabéis
vosotros?
Al
Unicornio, le ofrezco esto:
Habéis
regresado a una tierra que nunca ha sido la vuestra y ahora sois
los únicos defensores de aquellos que juraron serviros. Aun así,
si todos estamos de pie ante la luz de un nuevo amanecer, una misión
aun más grande está ante vosotros.
Al
Dragón, le ofrezco esto:
Cuando
la noche parta y el sol se eleve, las semillas de la oscuridad
permanecerán. Si se les permite crecer, las raíces encontrarán
vuestro corazón y os secarán. Volveos jardineros, amigos míos.
A
la Alianza, le ofrezco esto:
Sois
un nuevo aliado. No confiarán en vosotros. No confían entre
ellos. Tenéis una oportunidad. Vuestra muestra de fraternidad
podría ser la lección que los Grandes Clanes deben aprender. No
os desviéis de vuestro camino. Vuestra importancia aun no ha sido
tenida en cuenta.
Y
a Toturi, le ofrezco esto:
La
Victoria puede ser la mayor trampa de todas.
Me
he internado en las Tierras Sombrías. He aprendido mucho de mis
viajes. Es hora de que retire mi capucha y podáis ver mis
cicatrices.
Que
las siete fortunas os guíen.
Shinsei
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