|
La Ciencia Natural (1959)
Julio Llinás con Oliverio Girondo ( Buenos Aires, 1960)
Las Ciencias Naturales
J unto a las rocas,la negra sal radiante. ¡Oídos! Crujen las pieles de la Tierra gastadas por el sueño bajo una calma infernal. ¿Dónde está el hombre que renace en las cenizas de una gran poesía, la mano de oro que bautiza y desarrolla las ciencias naturales? Palabras, Serpientes de la asfixia.
Raíces
E l hombre que hablay devora sus palabras, teje una fábula en su Tierra. Y el aire invade los verbos de su raza. Así cayó esta zarpa en mi inocencia. Así creció mi orgullo en este mundo.
Rencores
P aís,¿quién es feroz sino tu niño acurrucado en la pureza del desierto? País, ¿quién ha quemado tu carne de luz negra, quién es el príncipe en tu fiesta de rencores podridos por el sol? Yegua sagrada de los grandes vientos, sé bondadosa y terrible, ¡oh roja! ¡oh despedázanos y sangra como una fuente de inocencia a cada lado de un pueblo y su miseria.
Delicias
E scapaba hacia los grandes templos,catedrales del Gin, santuarios del comercio la política, puentes y cárceles, delicias. Y el astillero sagrado de la Ciencia. Abandonaba algunas plantas amistosas y una morada invisible. Amaba el brillo de esas fieras que se descubren en el canto y que son dueñas de la guerra. Caía, como los reyes en el trópico en un tornado indescriptible.
Festejo
S eñora de alta pluma,la noble Tierra se ha secado bajo el orín de tus preciosas amenazas. Mi terror es verte en los paisajes, sobre un caballo afeminado, desdichada y gloriosa como una lengua herida. Soplando un hálito de sangre en las jornadas de gran paz, sobre las hondas plantaciones. Un día el viento destruirá tu tribu, tus dioses, tus orgullos. Su coz de aceite virgen en las márgenes humanas. Tu piel será un festejo majestuoso. Yen el comercio De una antigua infancia, todas las hordas estarán presentes. Mi corrupción hara la gloria de esa gran mañana.
Donde yo estoy
L os ojos blancos,la piel paralizante: me buscaréis en vano entre mis bestias. Mi roja música ha triunfado. (Ah la frenética infancia junto al médano y la esmeralda polar, surcando nuestra casa). Me encotraréis en lo más hondo del bosque, temblando al grito de la lava, sirviendo a un mágico idiota.
|
PRINCIPAl - CRONOLOGÍA - poESÍA - CUENTO - NOVELA - críticAS - ENTREVISTAS - BIBLIOGRAFÍA
Construida, publicada y administrada por Alejandro César Zucco.- 2000 © Alejandro Zucco
|