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Autoctonía Liberadora

Reflexión sobre un texto de Pedro Casaldáliga.

"El Sur también existe". Joan Manuel Serrat.

Mientras haya imperio y colonialismo, algún pueblo o muchos estarán prohibidos de ser ellos mismos y ser libres. Y viceversa: mientras haya pueblos oprimidos, explotados o despreciados  por la ambición o prepotencia de otros, hay imperialismo. Muchos creen que hablar de anti-imperialismo es una postura arcaica o fanática, como si los imperialismos ya hubieran terminado. Para la encíclica Sollicitudo rei Socialis de Juan Pablo II, la tendencia al imperialismo y al neocolonialismo venía entrañada en los grandes bloques que dominaban al mundo. No todos los bloques han desaparecido. Para nosotros, antiimperialismo significa la contestación radical  a todo colonialismo o dominación o hegemonía socio-política-económica-cultural y militar.

El engaño de los que  quieres ser más "modernos" de la cuenta podría venir de una estrategia del propio imperio: el mejor modo de seguir imperando es hacer creer que ya no se impera. Puede venir también el engaño de no percibir el paso real, histórico de los Imperios Nacionales , o de los Estados Imperio a los Imperios Trasnacionales o corporaciones , trusts imperiales... Hay también una actitud típicamente neoliberal que defiende a toda costa - y sacrificando lo que haga falta -  la libertad de las personas, dejando de lado la liberación de los Pueblos. Puro individualismo, puro egoísmo y falacia fatal.

De hecho, no hay personas libres en pueblos esclavos. Los pueblos son colectividad de personas. Teóricamente se podrá pensar en un preso "libre en el espíritu", pero está preso. Nosotros rechazamos la libertad burguesa, liberal. Hoy pretendidamente  en triunfo definitivo  por el neoliberalismo, y frente a ella afirmamos la libertad liberada y liberadora. No nos basta con ser libres para votar. Queremos ser libres para vivir y convivir en fraterna solidaridad.

En la visión cristiana, Dios ha hecho a las personas, cada una, a su imagen y semejanza, no precisamente en moldes. Y a cada persona le ha dado identidad  única e intransferible, en igualdad de dignidad con las otras personas.

Proporcionalmente puede decirse lo mismo de los Pueblos. Cada Pueblo, suma de Personas, es semejanza de ese Dios uno y plural. Único ese Pueblo, intransferible su destino, indispensable en la historia de la humanidad. Ningún Pueblo puede llenar el vacío de un Pueblo masacrado, dominado o prohibido. Queda claro, toda dominación es negación de la alteridad.

Todo imperio tiene sus colonias. En términos modernos, ese imperio sin fronteras, mas camuflado, menos evidente y menos circunscrito a una etnia, Estado o cultura ha llegado a transformarse en el Macro imperio que es el primer mundo. Y lógicamente, las muchas colonias individuales  se han transformado en esa macro- colonia que es el Tercer Mundo. En ningún momento de la historia un imperio ha sido tan rico y sus colonias tan pobres y numerosas. Y los mecanismos de enriquecimiento, dominación y dependencia  tan sofisticados. Hoy caben las "Causas Justas" la "Justicia Infinita", la "Defensa de la Civilización Occidental" el "Nuevo Orden Mundial" y la "Libertad de Mercado"...y se puede llegar al extremo de definir cuántas personas tienen derecho a nacer y cuiantos nacidos a sobrevivir.

Ese espíritu de amor a la autoctonía, y por consiguiente de contestación a la dominación y hegemonía, es anti imperialismo  vigente. Contestamos la realidad de miseria  y de dependencia  del tercer mundo, para que no pueda existir un Primer Mundo egoísta y deshumanizado. Queremos afirmar el "unimundismo" de la familia humana. 

La afirmación de lo propio significa afirmar nuestro derecho a la vida.  El mecanismo de la Deuda Externa y su sanedrín del FMI significa la guerra, el máximo genocidio en la historia humana.

América nace, como América, sintiéndose invadida, sometida y como colonia.  Primero  el Imperio Español, y hoy, el macro imperio trasnacional, con las garras próximas de la nación imperial del norte.

Eso explica la permanente posición antiimperialista de nuestros próceres.

Incluso hasta la denominación de "América" o de "América Latina" se está contestando con fuerza, y se proponen nombres originales como Abia Yala, Gran Anahuak y otros.

Al mismo tiempo se afirma la Alteridad.Es decir el derecho a existir de lo Otro. Sea otra etnia, sea otro pueblo, sea mujer/hombre, etc...Esencia que en vez de excluir, incluye, en una pluralidad inusitada dentro de un mundo imperial que pretende hegemonizar y eliminar las diferencias culturales.

Esta expresión de alteridad, otredad, es propio del Hombre Nuevo, la Mujer Nueva, que corresponde al Pueblo Nuevo, y han pasado a ser sangre, poema, palabra, canto, lucha, utopía de nuestros pueblos.

Una réplica válida al mote de "nuevo mundo" con el que los conquistadores bautizaron a éste continente civilizado hace ya 50 000 años.

"Los 500 años de 1492 a 1992 han sido 500 millones de latinoamericanos, la presencia jóven de más peso en el cuerpo de la humanidad. Nuestra propia realidad no es unívoca, homogénea. Muy al contrario, es la inimaginable suma de diferentes factores.

En eso reside la búsqueda sin fin de nuestra propia identidad, herencia indígena, europea y africana tardamos en vernos como un pueblo nuevo, ( la raza cósmica de Vasconcelos).

No somos pueblos "trasplantados" que llegaron y se asentaron en un territorio, ni somos un pueblo "testimonio" que carga con su herencia...Somos un Pueblo Nuevo. Despegados de pasados sin gloria ni grandeza, tenemos el Futuro. Estamos llamados a  crear una nueva condición humana, quizá mas solidaria.

Nosotros los Latinoamericanos no entramos en la danza macabra de haber exterminado o causado dolor. Así nacimos. Fueron los dolores de parto del que nacimos. Lo que merece tomarse en cuenta no es sólo la sangre derramada sino la criatura que de allí se generó y cobró vida. Somos el Pueblo Latinoamericano que se prepara para revitalizar sus potencialidades. Revestidos de carnes indias y negras, de la sabiduría de las antiguas civilizaciones, de la floresta y el páramos, de las altitudes andinas y de los mares del sur..." Darcy Ribeiro. El Pueblo Latinoamericano.

Unidos, todos los Pueblos de la Patria Grande, en un espíritu de amor a la autoctonía que nos sirve de raíz y a la reivindicada alteridad, con una generosa voluntad de complementariedad generosamente ofrecida, en un mutuo injerto que interligue fraternalmente nuestras raíces, podemos hacer nuestro aquel grito de apasionada esperanza que heredamos de nuestros hermanos Mayas:

<<Arrancaron nuestros frutos

cortaron nuestras ramas,

quemaron nuestro tronco

pero no pudieron matar nuestras raíces>>

Popol Vuh.

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Última modificación:23 Diciembre de 2002