Aeropuerto internacional de Londres, Inglaterra.
Era una noche lluviosa, la lluvia más fuerte que
se había presentado en el país en el mes. Una joven japonesa caminaba por la cafetería del aeropuerto buscando una mesa, a
unos pasos de ella vio una vacía y sigilosamente caminó entre las demás mesas llenas de gente bulliciosa, por fin tomó asiento,
acomodó su maleta junto a ella y colocó su saco sobre ella, en la mesa puso una canastilla con un lindo gato sokoke.
-Ya es tarde Yui, creo que llegaremos un poco tarde
a Japón. –el gato la miró con sus dorados ojos –estas aburrido, ¿verdad?
-Miuuu
-Lo sé lindo, pero no puedo sacarte, nos iremos
en cuanto pase la tormenta. –Yui la miró por unos momentos y se acomodó de nuevo en su canastilla para dormir.
La joven sacó un libró y empezó a leer, apenas llevaba
unas cuantas líneas cuando se percató de que alguien la observaba, era un tipo alto, como de un metro ochenta, la miraba fijamente
mientras bebía un café, finalmente, el hombre se levantó de su mesa y empezó a caminar hacia ella, estaba a un par de mesas
de la joven, cuando una silla cayó frente a él haciéndole perder el equilibrio, las personas de alrededor voltearon curiosas
a ver el origen del escándalo. Finalmente, apenado acomodó la silla y se disculpó con unas cuantas personas, cuando volvió
su mirada hacia donde estaba sentada la joven descubrió que esta había desaparecido, la busco rápidamente con la mirada, pero
no la encontró.
“Pasajeros del vuelo 513 con destino a la
ciudad de Tokio favor de abordar por la sala 3”
Con calma y gran alivio los pasajeros iniciaron
el abordaje, la joven tomó su lugar en primera clase, junto a la ventanilla. En poco el avión inicio su marcha y despegó,
la joven miró a través de la pequeña ventana y vio como la ciudad se perdía mientras el avión tomaba altura.
-Adiós bello Londres, me temo que no volveré a verte
de nuevo. –La joven vio con cierta tristeza la ciudad mientras se perdía en la oscuridad.
Ya en Tokio
“Bienvenidos
a la ciudad de Tokio, son las 6:30 pm, su equipaje lo podrán recoger en la banda 8 en 20 minutos. Esperamos que hayan disfrutado
el vuelo, de parte del capitán Rafael y su tripulación les deseamos un buen día.”
La joven se dirigió a la banda ocho y recogió su
maleta junto con el pequeño Yui, caminó hacia el sitio para pedir un taxi, tomó su lugar en la fila cuando sintió un suave
rose en las piernas, miró rápidamente hacia el piso y vio un bello gato balines.
-Hola lindo –la joven levanto a gato –
¿donde esta tu dueño?
-Aquí -un joven de ojos verdes y cabello castaño
con unas cuantas luces doradas se acercó a la joven. –Lo siento, en cuanto se sintió libre salio corriendo –el
joven sonrió con cierto coqueteo mientras bajaba un poco sus lentes oscuros.
-Es muy lindo –la joven le entregó el gato.
-Mas bien, linda, se llama Rei –el joven se
llevó a la gatita a su regazo y esta se acurrucó felizmente.
-Lo siento -la joven sonrió levemente. –perdóname
Rei.
-Permíteme presentarme, soy Kudou Yoji –el
joven hizo una reverencia.
-Soy Yumeragi Tokiko –igualmente la joven
hizo una reverencia mientras Yui sacaba su manita por las rejas de la canastilla.
-Veo que vienes acompañada. -Yoji miró hacia la
canastilla.
-Si, -la joven levanto la canastilla para que el
joven viera al minino- él es Yui –el gatito saco su manita y miró Yoji con sus bellos ojos dorados.
-¿Que raza es? Nunca había visto un gato así.
-Es un sokoke, son originarios de Kenia.
-Ya veo, es muy lindo –Yoji volvió a sonreír
mientras Rei miraba a Yui con mucho interés. – ¿vas a pedir un taxi?
-Si, debo llegar a lo que será mi nueva residencia.
-Tal vez pueda llevarte, en forma de agradecimiento
por rescatar a Rei.
-¿Rescatar? No lo creo.
-Bueno, es solo un pretexto para poder platicar
más con tigo.
-No lo creo, eres un completo desconocido para mí.
–Tokiko tomó su maleta y se reincorporó a la fila.
-No soy un desconocido, ya me presenté con tigo.
–Yoji la alcanzó mientras Rei brincaba en sus brazos.
-Eso no es nada, además me pareces muy sospechoso,
no creo que Rei haya salido con tanta rapidez hacia mí, vi cuando tu mismo la dejaste en el suelo.
-Esta bien, me descubriste, eres muy hermosa y deseaba
conocerte, por favor permíteme llevarte, si quieres de dejo mi dirección –Yoji sacó un papel y se lo entregó a la joven,
ella lo tomó y lo leyó con rapidez.
-¿En serio vives aquí?
-Bueno no, me voy a mudar ahí, de hecho apenas voy
a conocer la casa, acabo de llegar de Kyoto.
-Pensándolo bien, me voy con tigo.
-¿En serio? –los ojitos de Yoji brillaron
complacidos –perfecto, déjame ayudarte –tomó la maleta de Tokiko –¿me puedes ayudar con Rei? –ella
asintió y tomo a la gatita con un brazo mientras sostenía la canastilla de Yui con el otro.
Yoji fue por sus maletas y la guió al estacionamiento
donde se encontraba su auto.
-¿Es tuyo? -Tokiko miró el convertible verde donde
Yoji acomodaba el equipaje en la cajuela.
-Si, no me gustan los taxis, me desagradan, por
eso mande traer mi auto. –Yoji acomodó el equipaje y ayudó a la joven a subir al auto. Encendió el auto y condujo unas
cuantas calles. – ¿Adonde te llevo?
-A tu casa.
-¡¿Segura?! –se sorprendió con la respuesta.
-Si, ahí también voy a vivir. Parece que somos del
mismo equipo.
Yoji se quedó inmóvil unos cuantos segundos –Que
coincidencia, ¿no?
-Tal vez, aunque yo no creo en eso –la mirada
de Tokiko se volvió algo triste y vacía.
No hablaron mucho el resto del camino, en poco llegaron
a una casa estilo victoriana.
-¿Seguro que es aquí?
-Esta es la dirección, -Yoji estacionó el auto, bajó las maletas y caminó hacia la reja. –adelante.
Tokiko entro a la propiedad con Yoji detrás de ella.