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Los estigmas se han convertido en objeto de estudio de científicos y escépticos que, por todos
los medios, han intentado explicar su origen, mientras que los creyentes no tienen ni la menor duda que son verdaderas señales
de Cristo.
Según la Enciclopedia Católica " es una señal en forma de lesión, surgida sin origen físico aparente
que imita cualquiera de las heridas recibidas por el Mesías durante su tortura". Entre las más frecuentes e importantes -por
su simbolismo cristiano- están las lesiones que reproducen las cinco llagas de Jesús: las perforaciones en los pies y manos,
y la herida de la lanza en el costado. Otras variantes constituyen una marca en el hombro, que se relaciona con el peso que
cargó Jesús con la cruz camino al Gólgota. Algunos médicos, tanto católicos como librepensadores, han cuestionado el origen
divino de estas marcas. El psiquiatra francés Pierre Marchais, en su libro Magia y mito en psiquiatría señala, que
"la mayoría de los psiquiatras franceses incluye estos fenómenos entre la histeria y los delirios, ya que el hecho respondería
a una necesidad de que, en lo real, se manifieste aquello que es simbólico: lo que no puede expresarse por la palabra termina
siendo expresado por el cuerpo". Freud considera el estigma como un síntoma: "La palabra, etimológicamente, significa 'marca
en el cuerpo' y, desde la perspectiva de la psiquiatría, se trataría de un síntoma histérico provocado por una fuerte sugestión.
Así como puede producirse una congestión de sangre en las mejillas por cuestiones psicológicas, también pueden producirse
esas heridas sangrantes denominadas estigmas". Incluso se ha llegado a pensar que la hipnosis puede, en algún momento, ocasionar
una laceración en la piel, pero en casos extremos -y muy poco probables- se ha llegado a inducir cierta exudación o un sudor
de color rojizo, lo cual no sería más que una mala imitación del fenómeno.
En la creencia cristiana, estas heridas no tienen características negativas; por el contrario,
son señales de santidad. El padre Daniel Gagnon, director de la Comisión para la Doctrina de la Fe en la Arquidiócesis de
México, opina que "son reales y son dadas a ciertas personas con un a vida excepcional como señal de que Cristo está presente
en ellos". Al igual que el exorcismo, los estigmas tienen que pasar por un riguroso control. "Primero, tanto médicos como
psicólogos deben valorar si no se trata de una herida provocada por el supuesto estigmatizado, ya que existen miles de farsantes
que pretenden lucrar con las marcas, como el italiano Giorgio Bongiovanni. Un verdadero estigmatizado, como lo fue san Francisco
de Asís, no quiere reconocimiento para su persona; de hecho en muchos casos esconde sus heridas, pero si en un momento decide
mostrarlas, la atención irá sobre las señales de Cristo y no sobre él". Según Gagnon, cuando una persona presenta marcas de
este tipo -caso muy difícil-, lo primero que debe hacer es acudir con el párroco de su iglesia para que este le sirva de guía
espiritual. Habiendo comprobado que son reales y si se pretende mostrarlas como señal de Cristo a las demás personas, se debe
acudir a un obispo para que éste autorice la misión.
Históricamente, la Iglesia registra cientos de casos con personas marcadas por estigmas, pero pocos
han sido reconocidos como reales. El primer estigmatizado fue san Francisco de Asís (1186-1226), quien a mediados de septiembre
de 1124, mientras se encontraba en un retiro para meditar y ayunar en el monte Alverno, cerca de Arezzo, en Toscana, se dió
cuenta de que tenía en su cuerpo heridas parecidas a las de Cristo en la cruz. Otro caso famoso es el de la italiana Isabel
Canori Mora (1774-1825), quien, además de recibir los estigmas, tenía el don de la clarividencia. El más reciente es el del
beato Pío de Pietrelcina, que en 1910 fue marcado por otras heridas mientras meditaba bajo un olmo. ¿Mito o realidad? Lo cierto
es que siempre habrá quién lucre con la sangre de Cristo y la fe de los creyentes. En palabras del padre Gagnon, "algunos
santos tienen estigmas, pero no todos los estigmatizados son santos".
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Voces sin rostro, pasos sin cuerpo, crujidos, risas, cuchicheos. Una aparición espectral -un ser
humano, un perro, un gato, un autobús, un buque toma forma. La antigüedad conjuró las almas de los muertos en busca de augurios
y profecías, la Edad Media vio en los fantasmas emisarios del demonio, la Edad de la razón buscó en contacto con los espíritus
mientras se preguntaba si existía o no el alma y dónde residía. ¿Alguien tiene hoy una explicación probable y comprobable
de las apariciones fantasmales?
Se cuenta que alguien preguntó a Carl Gustav Jung el padre de la psicología analítica, si creía
en los fantasmas, a lo que respondió de inmediato: "No, no creo en ellos, pero tampoco dudo que existan". Tal vez la ironía
de esa paradoja sirva para expresar la mezcla de reacciones que en nuestros días provoca la sola mención del tema. Quién por
un lado, no teme a los fantasmas (hay clubs y asociaciones de cazafantasmas, es cierto) y, por otro, no se siente fascinado
por los relatos ajenos, cuando más espeluznantes y lejanos, mejor. La abundancia de casos reales, antiguos y nuevos, que se
mencionan en libros, revistas y programas de radio y televisión hacen de los fantasmas una legión lo mismo patética, sombría
y triste, que digna del elenco de una ópera bufa. Basta con acudir a Internet y lo aterrador será entonces la interminable
lista de páginas con 'pruebas contundentes' -psicoimágenes, psicofonías, casos de transcomunicación instrumental, ejemplos
de materializaciones, transfiguraciones, ectoplasmia y ectocoloplasmia- de que los fantasmas, en cuanto a espíritus ultraterrenos
con fines tan diversos como sus manifestaciones, circulan entre nosotros. "No no es suficiente [los científicos], para aceptarlas,
que las ideas las defienda una autoridad, ni que le gusten a varias personas, ni siquiera que nos convenzan a nosotros mismos.
Hacen falta pruebas que cualquiera pueda repetir y, de preferencia, muchas pruebas independientes" dice al respecto el físico
y divulgador de la ciencia Sergio de Régules de la UNAM.
Con adeptos y críticos durante más de un siglo, el espiritismo explica a los fantasmas como espíritus
que habitan fuera de la vida terrestre, y señala la posibilidad de comunicarse con ellos por la presencia de un medium. en
el siglo XVIII nacían en Europa la fisiología y la neurología , teniendo como telón de fondo el postulado cartesiano de que
cuerpo y alma son dos sustancias distintas. Los precursores de esas ciencias intentaban explicar el funcionamiento del cuerpo,
esa "máquina animada", como lo llamó uno de ellos. En 1758. el naturalista sueco Emmanuel Swedenborg publicó Cielo y tierra
un libro donde sugiere por primera vez la posibilidad de ocuparse con seriedad de la comunicación con los espíritus de los
muertos. Casi 100 años después, el francés Alan Kardec (adoptó ese nombre por sugerencia de su espíritu protector, quién le
reveló una encarnación anterior homónima como sacerdote druida en Las Galias) propone el establecimiento del espiritismo como
"una ciencia de observación de doctrina filosófica [...] que trata de la naturaleza, el origen y el destino de los espíritus
y sus relaciones con el mundo corpóreo". En libros como Qué es el espiritismo, El libro de los espíritus, El libro de los
médiums y El evangelio según el espiritismo, propuso un cuerpo teórico y práctico basado en su experiencia con los médium
de la época -las sesiones espiritistas eran, de hecho, tremenda atracción en los salones de París.
El origen del mediumnismo y las estereotipadas sesiones espiritistas fueron la serie de episodios
que vivieron en 1847 las niñas neoyorquinas Margaret y Kate Fox cuando, tras escuchar en su casa misteriosos golpes seguidos
del desplazamiento de los muebles, decidieron intentar comunicarse con el causante utilizando un sencillo código que llegaría
para quedarse: a sus preguntas, un golpe como respuesta significaba 'si', dos 'no'. Con el tiempo esas sesiones nos heredarían
otra práctica: la tabla ouija (cuyo nombre viene de la repetición de la palabra 'si' en francés y aleman). en 1920 el inventor
Thomas Alva Edison habló a la seria y respetada revista Scientific American de su decisión de construir un aparato
para comunicarse con los muertos, "un instrumento tan sensible que pudiera recibir la influencia o ser movido o manipulado
por nuestra personalidad (entendiendo por ésta la manera en que sobrevive en la otra vida)". Quienes creen en la comunicación
con los espíritus sugieren que su idea quedó confirmada en 1959, cuando el pintor y músico sueco Friedrich Jürgenson grabó
por accidente en el campo voces que, luego de repetir la grabación como experimento, pudo reconocer como las de familiares
y amigos que ya habían muerto. la propuesta de Edison lleva a preguntarse si sería posible hoy para la ciencia construir una
máquina parecida. "¿Dónde estaría la mente de una persona muerta? ¿Cuál sería su soporte físico?.
Mientras la persona está viva, la mente reside físicamente en el cerebro. Cuando muere, con la
desintegración del cerebro se desintegra también cualquier posibilidad de recuperar su mente, de modo que Edison , en este
caso, hasta donde sabemos, erró contundentemente" señala el físico Régules. Pero no se necesita ser científico para observar
un punto de elemental sentido común: ¿Porqué no todos vemos ni escuchamos fantasmas? Quienes niegan las presencias ultraterrenas
afirman, en general, que la clave está en las cualidades físicas o psíquicas del receptor o emisor vivo del fenómeno. En esencia,
proponen que sólo algunas personas presentan las condiciones necesarias (percepción extrasensorial, sensibilidad, intuición
y clarividencia suficientes) para descodificar, registrar o generar ciertas formas físicas o mentales de energía. Entre las
explicaciones más comunes que, a los ojos de la ciencia no dejan de pisar terreno marginal, están:
- La transmisión telepática. Pensamos que alguien se encuentra al borde de un momento crítico,
como su propia muerte; entonces, suponen los defensores de esta teoría, envía a otra persona una imagen de sí mismo, a manera
de recuerdo, despedida o quizá en busca de ayuda. Alguien que tuviera una alucinación fantasmal, por otra parte, podría transmitirla
a quienes estuvieran cerca.
- Un desbordamiento de energía. Se necesita un adolescente u otra persona con disturbios
sentimentales parecidos (si es mujer, de preferencia en su primera menstruación) para desatar una psicorragia (una 'hemorragia
de energía') y propiciar la psicoquinesis, o movimiento descontrolado de objetos, muebles, puertas, ventanas, etc. Según la
descripción, se trata de los casos de poltergeist o los espíritus chocarreros.
- La impregnación física. Según esta tesis, en el momento de un acontecimiento traumático
o de violencia extrema, como una batalla, un atentado, o un accidente, los lugares o las cosas pueden quedar 'bañados' en
formas de energía psíquica que se desprenden en el acto. Ello se constataría en el caso de los soldados o prisioneros que
algunas personas dicen haber visto merodear por los castillos o los antiguos campos de batalla.
Para algunos, los fantasmas no son ni seres de ultratumba ni proceden de otros planos, ni son producto
del desorden psíquico de nadie. Encuentran otra posibilidad de explicación, hija de la experiencia científica y clínica y
la investigación metódica pero abierta, de las luminosidades y oscuridades del ser humano: la propuesta del médico, psiquiatra
y psicólogo Carl G. Jung de la existencia de lo inconsciente, el inconsciente colectivo y la imágenes arquetípicas. Después
de un profundo viaje en el estudio de la mitología, de las tradiciones herméticas medievales, de la cábala, la alquimia, el
tarot y las religiones orientales, Jung postuló que una parte muy profunda de la inmensa cartografía que llamamos PSIQUE guarda
imágenes comunes a toda la humanidad y todas las eras, una especie de inventario o enciclopedia mental de símbolos de dimensiones
cósmicas que nos ha sido heredado con la vida misma. ¿Podría ser la fantasmogénesis, entonces, una proyección simbólica de
la materia prima que nos constituye a la manera de bestias, las extrañas e irreconocibles figuras, las hadas fabulosas o los
paisajes, a veces desoladores, a veces esplendorosos, que aparecen en los sueños o el arte?
Uno de los postulados fundamentales de la ciencia es que "afirmaciones extraordinarias requieren
demostraciones extraordinarias"; al mismo tiempo, la edad posmoderna insiste en que el científico es tan solo uno de los posibles
conocimientos para explicar el mundo. Al hablar de cyborg, el escritor mexicano Naief Yehya plantea el mito anticipado de
la reencarnación por vía digital, la posibilidad de "downloadear la conciencia de la red en forma de señales digitales".
Sobrevivir a la redención de la materia por medio de la tecnología ...¿sería entonces cuando supiéramos adónde van las almas?
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El nombre de este fenómeno inmediatamente nos hace pensar en una película de Steven Spielberg.
Un poltergeist es como su nombre en alemán lo dice, un 'fantasma que golpea' o, en el mexicano más vernáculo, un 'fantasma
chocarrero'.
Generalmente, el fenómeno es asociado a la presencia de adolescentes o personas bajo una fuerte
tensión, que proyectarían su energía al ambiente, manifestándola en forma de objetos que se mueven espontáneamente, vidrios
, que estallan, voces sin cuerpo y varias cosas, quizás nunca a los extremos de la película que popularizó el término. Otras
veces y más dentro de la idea del fantasma chocarrero, se trataría de entidades con conductas repetitivas, en algunos caso,
violentas. Su historia se remonta hasta la época romana. Uno de los casos más famosos ocurrió en el año 30 d.C., cuando el
diácono Elpidio, médico del rey Teodorico, gobernante de un reino en la actual Alemania, fue bañado por una misteriosa lluvia
de piedras. Posteriormente en el año 856, la casa de un sacerdote en el poblado europeo de Kemdem fue blanco de otra lluvia
de rocas, además de una serie de misteriosos golpes en las paredes. Ya en el siglo pasado, la ciencia empezó a investigar
el poltergeist desde un punto de vista racionalista. Destaca el caso del premio Nobel de física William Barret (1845-1926),
quien en 1911 observó una manifestación de este tipo en la ciudad irlandesa de Derrygonnelly. "Observé de cerca a cada uno
de los ocupantes de la casa tendidos en la cama. Los niños más pequeños estaban dormidos y Maggie, la de 20 años, estaba inmóvil",
recuerda Barret en su libro Death Bed Visions:The Physical Experiences of the dying. "Sin embargo, se
escuchaban golpes en todos lados. La revisión más exhaustiva no pudo detectar ningún movimiento de los presentes que pudiera
explicar los sonidos, que eran acompañados por el sonidos de arañazos." Según expertos como el neurólogo Michael Persinger
y el parapsicólogo William Roll, la causa principal del poltergeist sería la alteración inconsciente por parte
de una persona de la energía electromagnética ambiental, enfocada luego hacia los objetos determinados. Esta hipótesis pretende
confirmarse con la llamada la 'máquina del poltergeist' creación del canadiense John Hutchison. Básicamente lo que
Hutchison ha hecho es llenar una habitación con una serie de artefactos que emiten campos magnéticos, como generadores de
radiofrecuencia, y encontró que luego de tenerlos en marcha un tiempo se empiezan a producir efectos similares a los del fenómeno
poltergeist, con objetos de diversos materiales flotando en el aire, distorsión de artículos metálicos, luces en el aire y
varios otros.
Pero a pesar de la plausibilidad de esa explicación, si se llega a aceptar que una persona puede
causar ese tipo de manifestaciones naturalmente, parecía absurdo pensar que esa es la única de carácter racional para el poltergeist.
Muchas veces, su origen se basa en cosas más mundanas. Los mejores lugares para hablar del tema suelen ser las casas presumiblemente
afectadas por el fenómeno. En la ciudad de México, en el número 51 de la calle de Cañitas, Carlos Trejo, su esposa Yusset
y las hijas de ambos pasan sus días junto a un conejo, un gato, un perro y, cuando menos, un espíritu chocarrero. Trejo quien
asegura haber realizado quince mil investigaciones en todo el mundo, se inició como investigador a consecuencia de una experiencia
con una ouija, la cual desató a una entidad que, según el propio Trejo, causó la muerte de muchas personas cercanas a él,
entre ellas su primera esposa Sofie, todo en la misma casa de Cañitas. Por su parte, en un edificio de Toronto, Canadá, conocido
como la casa Mackenzie, era común entre los cuidadores escuchar pasos en las escaleras de la residencia vacía desde los sesenta.
Resultó que los ruidos eran causados por la cuadrilla de limpieza de un edificio vecino, que recorría una escalera de hierro
paralela a la de la supuesta casa embrujada.
Y todavía más comunes son los engaños. Uno de los más famosos y que, quizá por la falta de información
todavía es citado por algunas personas como un caso verdadero, es el de la residencia Fox en Hydesville, Nueva York, la cual
supuestamente era asolada por el fantasma de un peletero asesino. Varias décadas después se dcescubrió que todo era obra de
dos muchachas que vivían en la casa, Maggie y Katie Fox. Sin embargo constantemente surgen casos nuevos, algunos de los cuales
no tienen explicación racional, aunque no necesariamente sobrenatural. La ciencia puede solamente tardarse en encontrar alguna,
aunque tal vez mentes industriosas, deseosas de dinero y fama, ya hayan pensado en ellas hacía tiempo.
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La figura de Lucifer, también conocido como Satanás, ha sido fuente de inspiración de poetas, pero
también pretexto como Dios, para cometer crímenes. Sin embargo, lejos de los lugares comunes sobre el satanismo, existe un
lado positivo en torno a este icono a veces romántico.
" Oh, tú, el más sabio y el más hermoso de los Ángeles, /Dios traicionado por la suerte y privado
de toda alabanza./Oh, Satán, ten piedad de mi larga miseria", reza el poema Las letanías de Satán, de Charles
Baudelaire. Lucifer -el lucero del alba-, contraparte de Jesucristo es un ángel caído de la gracia de Dios por atreverse a
desafiarlo, ángel de la rebelión que, al igual que Cristo, tiene su doctrina, pero entre aquellos que profesan el satanismo,
parodia negra de los ritos cristianos. Satán menciona el Apocalipsis, es la "serpiente antigua" que sedujo a Adán y
Eva (Génesis) y que, finalmente será encadenada por mil años. Pero explicar la figura de Satán resulta imposible en
unas cuantas líneas; sin embargo, de acuerdo a lo que se pueda leer en las Nueve Declaraciones Satánicas, escritas
por Anton Szandor LaVey, fundador de la Iglesia de Satán (1966), se puede hacer un acercamiento moral y filosófico -olvidándose
de cabras, cruces invertidas y mujeres desnudas como altares- del ángel rebelde. en las Bodas del cielo y el infierno,
el poeta místico William Blake explica la oposición bien (alma) y mal (cuerpo) erróneamente interpretada por "todas las Bíblias
o códigos sagrados" que olvidan que: "El hombre no tiene cuerpo distinto de su alma; pues lo que llamamos cuerpo es una porción
de alma discernida por los cinco sentidos (...) la energía es la única vida y nace del cuerpo: y la razón es el límite o circunferencia
periférica de la energía por lo que, concluye Blake:"Energy is eternal delight". Aunque el satanismo como ramificación del
cristianismo, ha significado persecuciones generalmente infundadas (Copérnico, las brujas de Salem), Lucifer, el ángel libertad,
como lo llamó Víctor Hugo en El fin de Satán, representa, no el asesinato o el 'pecado' (ese viejo gruñón), sino un
emblema de la imaginación y, precisamente, de la libertad. Por eso, el propio Blake señaló que todo verdadero poeta está "del
bando del demonio".
Estas son las nueve declaraciones satánicas:
- Satán representa la complacencia, en lugar de la abstinencia.
- Satán representa la existencia vitalista, en lugar de los sueños espirituales.
- Satán representa la sabiduría perfecta, en lugar del hipócrita autoengaño.
- Satán representa la amabilidad hacia quienes la merecen, en lugar del amor malgastado en los ingratos.
- Satán representa la venganza, en lugar de ofrecer la otra mejilla.
- Satán representa responsabilidad con el responsable, en lugar de la preocupación por los vampiros
psíquicos.
- Satán representa al hombre como otro animal, algunas veces mejor, otras veces peor que aquellos
que caminan en cuatro patas, el cual, por causa de su "divino desarrollo espiritual e intelectual" se ha convertido en el
animal más vicioso de todos.
- Satán representa todos los llamados 'pecados', si estos conducen a la gratificación física, mental
o emocional.
- Satán ha sido el mejor amigo que siempre ha tenido la iglesia, ya que la ha mantenido en el negocio
todos estos años.
Resulta difícil, si no es imposible, determinar el número de satanistas que existen en la actualidad.
Si consideramos como tales a aquellos que no profesan una religión cristiana, el 67% de la población mundial sería satanista;
si aplicamos el mismo criterio a quienes practican religiones no abrahámicas -judaísmo, cristianismo e islamismo-, el 45%
de los terrestres sería satanistas. Como religión organizada, existen tres grupos principales: Church of Satán, Temple of
Set y la Church of Satanic Liberation, siendo la primera la más importante y reconocida. De acuerdo con la administración
de la iglesia de Satán, existen dos principales mitos entorno a esta doctrina: "Que adoramos al demonio cristiano y llevamos
a cabo sacrificios; los satanistas nos vemos a nosotros mismos como nuestros propios dioses, por lo que no creemos en deidades
externas y sobrenaturales". Según el Departament of Army, a finales de los setenta había entre 10 y 20 mil miembros de la
iglesia de Satán. Hoy en día se desconocen las cifras oficiales. "No damos estadísticas sobre el número de miembros; si las
cifras fueran consideradas grandes la gente podría temernos y, si fueran pequeñas, la gente vería en ello una razón para ignorar
nuestras ideas", informan desde la congregación. El vudú la santería el New Age y otras religiones consideradas paganas.
incluyen la figura de satán en sus ritos y creencias, aun cuando, en un sentido estricto, no tengan relación alguna con la
Iglesia de Satán, la cual está alejada de las figuras tradicionales del diablo cristiano: infierno, demonios, tortura, sacrificio.
No obstante, algunos asesinos seriales (Ted Bundy, por ejemplo), los narcosatánicos de la década pasada en México, el Gothic
Satanism o los Satanic Dabblers han absorbido la figura de Satán en un sentido negativo.
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Una de cada cinco personas en el mundo cree en la transmigración de las almas, la base de las creencias del hinduismo y
el budismo, las grandes religiones orientales. ¿Cómo se han recibido estas ideas en Occidente?
Si para las religiones de Oriente Medio la vida terrenal es un regalo de un Dios omnipresente y es nuestra obligación aprovecharla
para llegar a su presencia, el creyente del Lejano Oriente considera que es algo a lo que hay que escapar a toda costa. La
vida es un infierno de reencarnaciones, una tras otra, un interminable círculo vicioso de causas y efectos al que estamos
atados por el karma, y del que solo podremos liberarnos a través de cierta doctrina.
En el hinduismo, la transmigración de las almas funciona así: al morir, el alma (atman en sánscrito) abandona el
cuerpo y se instala en otro cuerpo. los budistas no creen en este atman, en el yo, sino que lo que se traslada de cuerpo
a cuerpo es la conciencia, la mente siempre en movimiento, siempre en transformación. El elemento que une a la reencarnación
en ambas religiones es, invariablemente, el karma. Esta voz sánscrita significa 'acción'. Cada acción o karma es efecto de
una causa y causa de un efecto. Dependiendo de estas acciones será el resultado de la siguiente reencarnación. En términos
simplistas, a las buenas acciones sucederá una 'mejor' reencarnación (en ser humano) y las malas acciones una 'peor' reencarnación
(un ser humano con muchas tribulaciones o, incluso, un animal o un ser fantasmal). Este ciclo de reencarnaciones se conoce
como samsara (vagabundear en sánscrito) y solo puede romperse a través de seguir la doctrina o dharma (budismo),
el conocimiento de la verdadera naturaleza de la realidad (hinduismo) o el ascetismo (jainismo).
La lógica del karma es implacable: "La práctica del dharma está encaminada a mitigar el resultado de nuestras acciones
kármicas y prevenir cualquier polución que conlleven las acciones y los pensamientos negativos", leemos en The way of the
freedom un libro del Dalai Lama que reúne la doctrina básica del budismo tibetano, escrita en el siglo XV. "Esos pensamientos
y acciones negativos nos llevarán a renacer con tremendo sufrimiento. Tarde o temprano vamos a morir, y tarde o temprano tendremos
que volver a renacer. El nivel de existencia en el que lo hagamos se limita a dos: favorable o desfavorable. En dónde renazcamos
depende del karma." ¿Qué tan factible es, para la mentalidad occidental, el problema de la transmigración de las almas? ¿Cómo
empata con la tradición judeocristiana? En principio, hay hondas diferencias al respeto de la divinidad: la reencarnación
y el karma no discriminan entre un perro, un hombre y un dios. Todos están sujetos a las mismas reglas. El cristianismo ha
criticado esta supuesta ley permanente (el mismo Papa, en su libro Cruzando el umbral de la esperanza, llamaba al budismo
una "religión atea", pues cuestiona los cimientos de una religión basada en un Dios Padre Todopoderoso).
Dos críticas a la creencia de la reencarnación podrían ser las siguientes: ya que no hay continuidad entre un alma que
abandona un cuerpo al morir y ocupa otro al nacer, esa persona que ha renacido desconoce el karma de su vida anterior. Digamos
que alguien fue en su vida pasada un asesino en serie, por lo que carga con el karma de sus malas acciones. Esta persona desconoce
su pasado y, sin embargo, tiene que sufrir las consecuencias de éste. El asesino en serie ya no existe, su yo se disolvió.
¿Qué clase de justicia es esa?. La otra duda es: si esta persona que carga ya con el karma de su vida anterior en la que fue
asesino en serie, ¿cómo reaccionará? La lógica occidental nos dice que se indignará ante su situación, ante la mala pata de
tener que llevar sobre sus hombros las consecuencias de su vida anterior (de la que ni se acuerda). Posiblemente, se dedique
a acumular más karma negativo, aunque la doctrina budista nos dice que es posible enmendar un karma con buenas acciones, entendiendo
las Cuatro Nobles Verdades, llevando a cabo el Óctuple Camino, practicando el dharma, para acabar pronto.
Los detractores de la idea de la transmigración de las almas dicen que el karma en verdad no hace justicia, sino que nos
condena a un interminable circo de causas y efectos. Habrá que poner los ojos en medio, en lo realmente esencial de todas
las religiones: el camino de la salvación, sea de la eterna tortura del infierno o del incansable retorno a este imperfecto
(pero encantador) mundo ilusiorio.
ARCHIVO 6
Alucinación, daño cerebral, enfermedad mental. Así han explicado médicos y científicos los casos de personas poseídas supuestamente
por un demonio. Pero, ¿cómo darle sentido al dominio de lenguas desconocidas, blasfemar inexplicablemente contra Dios o tener
control de objetos lejanos a voluntad y presentar cambios en la fisonomía y la voz?
La práctica del exorcismo es tan antigua como las primeras civilizaciones. Los egipcios atribuían a los demonios ciertas
enfermedades y varios tipos de males y creían en la eficacia de hechizos mágicos y encantamientos para echarlos. En Babilonia
se consideraba que algunas enfermedades eran el efecto de posesiones demoníacas y el exorcismo era la única forma de curarlas.
Para ello se empleaban conjuros por los cuales alguna deidad era invocada para alejar al demonio y reparar las malas consecuencias
de su posesión.
El Nuevo Testamento ya menciona casos de exorcismos. En Mateo 8,18-17, se menciona que a Jesús, "caída la tarde, le presentaron
muchos endemoniados y arrojó a los espíritus con su palabra y curó a todos los que se hallaban mal, para que se cumpliese
lo dicho por medio del profeta Isaías". Con esto, nos podemos dar una idea de lo arraigada que estaba esta costumbre en la
Antigüedad, aunque hoy no podamos decir lo contrario. La extirpación de un espíritu demoníaco de un cuerpo u objeto ha permanecido
hasta nuestros días como algo real y necesario. En enero de 1999, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de
los Sacramentos presentó en el Vaticano un documento llamado Nuevo rito de exorcismos del ritual romano, el cual, aunque
no presentaba considerables cambios de la versión original -publicada en 1614-, busca actualizar a los religiosos en este
arte que, según dicho documento, se define como "una antigua y particular forma de oración que la Iglesia emplea contra el
poder del diablo". Durante la presentación, el cardenal chileno Jorge Arturo Medina, prefecto encargado del culto y del documento,
dijo que "el diablo existe, se esfuerza en sembrar la maldad y la mentira entre los hombres e, incluso, puede introducirse
en un cuerpo humano. La presencia de Satanás entre nosotros no es un dato opinable para los creyentes, sino una certeza que
forma parte de la doctrina católica".
Entre las principales características que marca la Iglesia católica para aceptar que una persona está poseída por un demonio
se encuentran: blasfemar contra Dios, la Virgen, los santos, la cruz y todas las imágenes religiosas, hablar en lenguas aparentemente
desconocidas para el sujeto, demostrar fuerza superior a la normal, materializar, mediante vómitos, clavos y vidrios o escupir
una gran cantidad de sangre, así como conocer detalles de la vida de gente ajena a su vida. Según el padre Daniel Gagnon,
director de la Comisión para la Doctrina de la Fé de la Arquidiócesis de México, "para aprobar un exorcismo, primero que nada
se debe recurrir a la ayuda médica para demostrar que la persona no sufre de ningún trastorno mental. Cuando se agotaron
todas las posibilidades científicas, en ese momento se recurre inmediatamente al exorcismo". "El exorcista", prosigue, "es
un sacerdote que solo puede ser nombrado por un obispo, debe tener conocimientos en psicología, dominio de teología y conocer
los comportamientos del diablo". La ciencia también tiene mucho que decir al respecto. Según la Enciclopedia de la Psicología,
el exorcismo se puede explicar como "una condición fragmentada y anormal, caracterizada por cambios súbitos en la identidad
y alteración impredecible entre dos o más subpersonalidades". Entre las explicaciones psicológicas que se han dado están:
locura furiosa y odio hacia Dios, psicosis, histeria y paranoia. Hablar idiomas desconocidos se puede interpretar como xenoglosia;
manifestar una fuerza psíquica superior no es más que una fuerte autosugestión y sufrir una transformación integral en la
personalidad primaria y exteriorizar personalidades nuevas y desconocidas se conoce como prosopopesis.
Uno de los casos más famosos de posesión demoniaca se dio en Mount Rainier, Estados Unidos, en 1949, en la persona de Robbie
Mannheim, un adolescente de 14 años que durante dos meses sufrió una serie de alteraciones en su psique que acabaron en exorcismo.
Todo comenzó cuando la tía de Robbie murió y este trató de ponerse en contacto con ella utilizando la ouija, con lo que de
inmediato se presentaron en su casa extraños ruidos. El terror aumentó cuando el adolescente adoptó una actitud demoniaca.
Tan sonado fue el caso que hasta el diario The Washington Post publicó un artículo sobre los exorcismos, lo que inspiró
a William Peter Blatty a escribir su novela El exorcista, que años después serviría de guión para la película protagonizada
por Ellen Burstyn y Linda Blair. Antes de Hollywood, ya existían casos de santos ligados al exorcismo, como el de san Benito
de Nursia, quien utilizaba la medalla que lleva su nombre para alejar a los demonios, la cual hoy es reconocida como un objeto
sacramental poderoso para alejar demonios. En el círculo de la cruz de la medalla, comenzando por arriba hacia la derecha
se puede leer: "Abajo contigo Satanás, para de atraerme con tus mentiras. Venenosa es tu carnada. Trágate tu mismo. Paz".
ARCHIVO 7
No es gratuito que, en tiempos de la guerra fría, dos mitologías modernas se hayan desarrollado
casi paralelamente y hasta retroalimentado: la 'amenaza roja', representada por el bloque comunista, y la 'amenaza de otros
mundos', representada por, ¡uh!, hombrecillos verdes y platillos volantes.
Roswell y el Área 51: dos símbolos de nuestra locura moderna, de las obsesiones que sólo pueden
surgir de sociedades prósperas que dedican gran parte de su ociosa energía a crear sueños y pesadillas. Roswell y el Área
51 surgieron en el enfermo mundo que nos heredaron nuestros padres, siguen vigentes y, lo más importante, continúan capturando
adeptos.
El planeta era diferente hace 50 años. Sólo pensar, como sucede hoy en día, que británicos, estadounidenses
y alemanes harían un frente contra un enemigo en común era irrisorio. De este lado del charco, de este lado del muro de Berlín
-para bien o para mal nos tocó estar de lado de la victoria Aliada-, la URSS representaba una amenaza al estilo de vida occidental
(léase gringo). Los auténticos alienígenas eran las camaradas de Stalin. En otro nivel, quizá subconsciente, pero encantadoramente
creativo, el miedo a la supremacía comunista se veía reflejado en el ovni, siglas de objeto volante no identificado que, a
fuerza de repetirse, han dejado de escribirse en mayúsculas. En la humilde opinión de quien escribe esto, el UFO (Unidentified
Flying Object) es una invención de la guerra fría. Era un neologismo como lo es en el 2001 la palabra e-mail, necesario y
acorde con los tiempos que se vivían. El ovni solo pudo surgir después de la Segunda Guerra Mundial, por mucho que Maussán
y compañía -y la revista Duda hace 25 años- nos vendan historias de que los egipcios eran unos contactados y en la
Biblia se mencionen encuentros extraterrestres. No- El ovni es una invención de la modernidad. Es más, es una invención de
la guerra fría.
Su 'historia oficial' -si es que se le puede llamar así, pues en estos terrenos conspirativos es
difícil saber cual es 'la verdad'- comienza con el incidente de Roswell el 2 de julio de 1947. En medio de una tormenta, sucede
un extraño choque en las inmediaciones de Corona, Nuevo México. Un vehículo de procedencia desconocida se estrella en el rancho
de William Mac Brazel. Después de una serie de rumores que pasan de boca en boca en dicha localidad, la prensa sensacionalista
se encarga de divulgar la historia de que un flying saucer (platillo volador, término nuevo hasta el momento) ha chocado
en Nuevo México. Entra el gobierno de Estados Unidos. Un par de militares, incluso declaran que la Fuerza Aérea ha participado
en el operativo y le dan validez al cuento. Más tarde, resulta que el gobierno gringo confisca el artefacto, niega los hechos,
arresta y amedrenta de alguna forma a Brazel, el ranchero de Corona que fue el primero en encontrar el vehículo extraterrestre
y que, al ser soltado por los militares, niega haber visto algo. Curiosamente (así son los mitos supongo), al fenómeno no
se le conoce como Incidente Corona. Toma su nombre de un poblado vecino, Roswell, en donde había una base militar, aunque
en realidad estaba más lejos que Corona del lugar del choque.
Pero ahí no acaba la cosa: la Fuerza Aérea recuperaría del lugar el cuerpo o cadáver de un alienígena,
presumiblemente el piloto de la nave. los crédulos incluso refieren un video en el que se lleva a cabo una supuesta autopsia
extraterrestre. Aquí es donde entra el área 51, sitio en Nevada -a unos 150 km de las Vegas- de donde parece surgir toda la
energía y el folclor de la ufología. Incluso se le conoce como 'El Lourdes del fenómeno ovni'. En este lugar existiría una
base secreta del gobierno norteamericano en donde, en el en el mejor de los casos, se prueba tecnología aeronáutica de punta
(el U2, el F-117 Stealth), aunque, para los creyentes, se realizan experimentos con ovnis y extraterrestres abducidos.
La gente visita este encantado lugar, en donde hay sitios para acampar y, con suerte, puede tenerse un avistamiento ovni.
Los que quieren pasar el agresivo letrero que detiene a los visitantes deben cuidarse de los cammodudes y de una multa
de hasta 600 dólares. en 1989, un tal Bob Lazar aparece en la televisión local asegurando que había estado adentro del Área
51, en donde había hecho un trabajo de 'ingeniería inversa' (lo que quiera decir eso) en un platillo volador.
El gobierno de Estados Unidos, dicen los creyentes, no revela la existencia del Área 51 porque
sería un golpe cultural muy fuerte y la humanidad no está preparada, por su historia y su religión, para recibir la noticia
de que no estamos solos en el universo. Dicho de otro modo, nos están ahorrando un gran momento de pánico. El Área 51 es una
especie de centro en el que Estados Unidos se comunica con otros mundos y fragua conspiraciones de dominación global. Sí,
como en Men in Black. Otra teoría asegura que no hay ningún contacto pacífico con extraterrestres, sino que todos los
cabezones que han sido abducidos por la Fuerza Aérea, junto con sus relucientes vehículos, sirven para desarrollar nuevo armamento.
El B-2, el bombardero invisible con el que los gringos hoy en día están arrasando Afganistán, sería una tecnología extraterrestre
adaptada en los laboratorios secretos del Área 51. En la siguiente cita de los X-Files, queda más claro:
DANA SUCULLY: "¿Qué sugieres Mulder? ¿Qué la Fuerza Aérea está volando ovnis?"
FOX MULDER: "No. Que están volando aviones construidos con tecnología ovni".
El videojuego Perfect Dark habla de un lugar más complejo (en términos extraterrestres),
el Área 52, en donde yace el destino de la humanidad. Y en El día de la independencia se muestra que ni siquiera el
presidente de Estados Unidos sabe de la existencia del Área 51. El 'Poder detrás del Poder' tiene un gran financiamiento y,
en el nombre de la libertad y todo ese patrioterismo gringo, mantiene operaciones secretas que involucran armas sofisticadas,
negociaciones intergalácticas, hombres de negro, clasificación de contactos reales y desaparición de sujetos que se estén
'acercando a la verdad'.
Esta 'historia oficial' ha sido escrita, evidentemente por ufólogos y creyentes del fenómeno ovni.
las Fuerzas Armadas estadounidenses niegan rotundamente la veracidad de los hechos en un comunicado que concluye una investigación
en 1994, la agencia militar gringa asegura que "no localizó o desarrolló alguna información que pruebe que el Incidente Roswell
fue un fenómeno ovni". La explicación que ha dado es que un globo aerostático, perteneciente al proyecto Mogul (ultrasecreto
hasta el momento), fue lo que choco en el rancho de Brazel. Sobre los militares, el informe se limita a decir que el coronel
Blanchard y el mayor Marcel "reaccionaron exageradamente". Las negociaciones son similares en cuanto al famoso caso de los
cadáveres alienígenas. Ahora bien: las explicaciones de la Fuerza Aérea nos son muy brillantes. Miles de páginas web están
dedicadas a desenmascarar 'la verdad' y, en el camino, a destrozar con una facilidad pasmosa los pobres argumentos del gobierno
gringo. Parecería que hay una morbosa fascinación en nuestro vecino país del norte por los misterios y las confabulaciones.
Parecería que gobernantes y gobernados están confabulados para crear una serie de interminables conspiraciones. En un escenario
tan irreal, ¿quién miente y quién dice la verdad? ¿Qué pasaría, querido lector, si un día descubres que el fenómeno ovni es
una invención humana? O en el caso contrario, ¿qué pasaría si resultara que las auténticas noticias no son las del CNN o las
que dice López Dóriga o publica el New York Times, sino las que aparecen en el Seminario de lo insólito y, semana
a semana, en los X-Files? En el paranormal mundo en el que vivimos, todo puede pasar.
Cammodudes.- Supuestos guardias que vigilan las fronteras del Área 51 y que
tratan de alejar a los curiosos.
ARCHIVO 8
Parece que a todos nos ha pasado alguna vez. Una mañana nos despertamos con la noción de que algo
va a suceder, quizá una cosa tan simple como la presencia de nuestra estrella favorita en televisión o, incluso, algún hecho
lamentable, como la muerte de un ser querido. ¿De qué están hechas las premoniciones?
Según algunos, todos los seres humanos tenemos el potencial de conocer lo que nos depara el futuro
y no solamente en el sentido de intuir cosas, sino de contar con datos concretos como los años de vida que nos quedan, el
número de hijos o cuánto durará una relación con cierta persona. La diferencia entre tener vistazos del futuro y una
información más o menos detallada es lo que separaría a las personas comunes de los médium. Estos han sido llevados, si se
quiere, por el destino, a lo largo de un proceso mediante el cual aprenden a afinar sus habilidades, basándose en mecanismos
como las cartas, el humo del incienso, el agua, o varios otros, para establecer un mapa del futuro. "Todos tenemos las facultades,
pero a unos se nos desarrollan inconscientemente y a otros a través del estudio y de la práctica." Además de eso, necesitamos
de un estudio, una preparación, dice la señora Linda, quien lee las cartas en el Café Tarot Zeus, en la calle de Londres,
Zona Rosa. Ese proceso, significa encontrar nuestro propio destino y requiere de una fuerte disciplina. "Es como un caminito
que lo va guiando a uno, va llegando al lugar y dice 'aquí me quedo'. Encontramos nuestra disciplina en nuestro mismo cuerpo
porque nuestro cuerpo es un templo. Si nosotros cuidamos nuestro cuerpo en comer, en no irritarnos, en no pelear con nuestra
pareja, con nuestros hijos, tener esa calma para educarlos, entonces nuestra felicidad, nuestra aura, se va limpiando. Es
ahí cuando la videncia se empieza a aclarar más", añade.
Como sea, el adivinar no resuelve problemas, solamente se basa, en lo que ve para el futuro y recomienda
un curso de acción para aprovechar las buenas circunstancias y evitar las piedras en el camino. La prerrogativa de cada cual
es, por consiguiente, decidir si se sigue ese camino o no. "Cuando la gente ve que tiene esas facultades, quiere explotar
todo eso y no debe ser así. Eso es algo que nos dan, muy sagrado, tanto para uno como para la humanidad", agrega. Y es que,
como dijo alguien, quien te quiere ayudar no te cobra, o al menos, no abusa.
"Este chico al que le leí [un caballero que estaba antes] tiene ahorita siete años muy buenos.
Si en esos siete años no aprovecha lo que le dí, ya no hay nada. Aquí estamos dando un consejo, una orientación. Somos parapsicólogos
baratos. ¿Cuánto le vale una consulta con el psicólogo? 500 pesos. Aquí le cobramos 100 pesos. Y le digo una cosa, aquí atendemos
psicólogos", agrega Linda.
Los métodos de adivinar el futuro abundan. está la aeromancia, que consiste en ver la forma en
la que el aire afecta a ciertas cosas; la dafnomancia, interpretar el crepitar de las ramas de laurel en la hoguera; la metoposcopia,
leer las arrugas de la frente, y la tiromancia, que es la lectura de los agujeros o rastros de hongos en el queso. Asimismo,
estas prácticas adivinatorias son tan antiguas como la misma humanidad. Los griegos y romanos estudiaban las vísceras de los
animales e interpretaban los sueños, además de recurrira los servicios de las pitonisas, sacerdotisas del oráculo de Delfos,
supuestamente establecido por el mismo dios de la profecía, Apolo, para decidir si convenía o no poner en marcha ciertas empresas
militares o de negocios. Pero, salvo por el hecho de recurrir a alguna persona para que nos lea el tarot o los posos del café,
la experiencia más cercana que tiene el hombre común con esos supuestos atisbos del futuro constituida por sueños proféticos.
El mecanismo es el siguiente: una situación determinada, generalmente de cierta trascendencia, nos resulta familiar y luego
la relacionamos con un sueño, tenido quizá la noche anterior y no recordado, sino hasta ese momento. También pasa al revés:
primero tenemos un sueño que nos impacta de alguna forma y luego lo relacionamos con algún acontecimiento posterior.
La historia cuenta que algo así le sucedió al presidente estadounidense Abraham Lincoln, quien
le contó a su gabinete, el 14 de abril que 1865 que se soñó a bordo de un barco, "navegando hacia una costa oscura e indefinida".
Al día siguiente, fue asesinado de un tiro en la cabeza por el anarquista John Wilkes Booth, en el teatro Ford de Washington.
¿Tuvo Lincoln un sueño que le profetizaba su muerte? Quizá no. El psicólogo B.R. Forer identificó un fenómeno denominado 'validación
subjetiva', también llamado 'efecto Forer', el cual causa que "cuanto más vago sea un sueño, parecerá más cercano a la realidad,
como expresa Robert T. Carroll", profesor de filosofía en el Colegio de la Ciudad de Sacramento, California, y creador del
Diccionario del Escéptico.
Tomemos un ejemplo: soñamos que tronamos con la pareja. Si el sueño nos causa cierta angustia,
entonces será más probable que lo recordemos cuando haya una discusión o se verifique un truene. Muchas veces, pasa lo contrario.
Soñamos que va a pasar 'algo' y, a fin de cuentas, no ocurre, quedando todo como una expresión de nuestros deseos no realizados
o de nuestros temores.
El efecto Forer también explica la aparente exactitud de predicciones basadas en conceptos vagos
y que se puede aplicar a muchas situaciones. "Usted emprenderá un proyecto", "tendrá un accidente", "se va a enfermar", son
afirmaciones que suelen acompañar las sesiones de adivinación, mientras que las predicciones en diarios y revistas no
son más que extrapolaciones más o menos razonables, a menudo presentadas también de manera ambigua. "Habrá guerra en Oriente
Medio", sería un buen ejemplo. Algunas veces, el adivino parece tener la capacidad de conocer a su cliente de una forma muy
íntima. La 'lectura en frío' , según explica la Sociedad Australiana de Escépticos, es una mezcla de evaluación psicológica,
observación y teatro. A grandes rasgos, se prepara un escenario y se evalúa la actitud y forma de moverse del cliente, lo
que puede revelar desde problemas de salud hasta rasgos de personalidad como la timidez o la inseguridad. Figuras como Michael
de Nostradamus (1503-1566) o Jane Dixon ejemplifican muy bien el uso de mecanismos como los mencionados anteriormente.
Nostradamus predijo el atentado del 11 de septiembre contra el World Trade Center, como señala
Carroll en su sitio. Y los vaticinios que se le aceptan como ciertos, en general, forman parte de una serie de versos de gran
ambigüedad que pueden ser interpretados de distintas formas.
En el caso de Dixon, muerta en 1997, su supuesta predicción sobre el asesinato de JFK fue, en realidad,
un mito perpetuado por los medios. De hecho, Dixon había predicho que Kennedy perdería las elecciones de 1960.
Y es que en el misterioso caso de los adivinos, a diferencia del resto de nosotros sus errores
siempre serán olvidados y sus aciertos serán recordados.
ARCHIVO 9
Muchos de los nacidos a finales de los sesenta y a principios de los setenta recuerdan con seguridad
dos revistas muy populares en nuestro país, Duda y Contacto Extraterrestre, de Editorial Posada, que se dedicaban a
presentar casos extraños y fenómenos sobrenaturales.
Más o menos durante esa época, surge el mentalista israelí Uri Geller, cuya popularidad en México
llegó a ser tal que estuvo presente durante la toma de posesión del querido José López Portillo, no sin antes aparecer en
televisión activando relojes descompuestos, doblando cucharas y moviendo cosas con la mente. Fue precisamente esa supuesta
capacidad de mover objetos mentalmente, la psicoquinesis, una de las cosas que más atrajo la atención de la gente, especialmente
entre los jóvenes que devoraban cantidades industriales de cómics, en los que, cuando menos, uno que otro personaje tenía
esa capacidad.
Uno de los ejercicios más populares en la escuela era dibujar un círculo en una hoja de papel,
colocar una moneda en medio y tratar de sacarla del círculo mentalmente, tomados de las manos como brujas en un aquelarre.
Muchas veces recuerdan algunas personas haber cerrado los ojos para concentrarse y luego abrirlos para ver como había avanzado
la moneda unos milímetros hacia el borde del círculo. Pero, ¿qué hay de las grabaciones en video y películas tomadas supuestamente
en instituciones serias, como la antigua Unión Soviética y Estados Unidos, donde una persona se inclina sobre una mesa con
algunos objetos, los cuales empiezan a bailar como animados por un hilo que no es encontrado nunca por los sabios que conducen
el experimento?
En el caso de Geller, una serie de personalidades del mundo de la ciencia 'confirmarían' la veracidad
de sus poderes, entre ellos el doctor Wernher von Braun, padre de la astronáutica moderna, y el sexto hombre en poner pie
en la superficie lunar, el doctor Edgar Mitchell. Geller ha demostrado una capacidad increíble para impresionar a personas
de todos los sectores, desde el hombre común hasta los científicos más renombrados. Pero hay unos cuantos que dudan de sus
poderes y ciertamente tiene argumentos para validar sus críticas.
"Todo se puede hacer por medio de magia. Hay juegos de magia en que los magos mueven el paquete
de cartas sin tocarlas. Y esos científicos, ¿quiénes son? En la televisión vemos comerciales a un tipo vestido con bata y
ya resulta que es un doctor, cuando en realidad es un actor", opina el mago Ari Sandy, quien sabe mucho sobre cómo mover cosas
y personas sin meter las manos. "Yo soy totalmente escéptico. Todo lo que hacen esas personas, al igual que los magos, son
juegos preparados. No es nada sobrenatural. Hay mucho fraude en esto, aprovechando que a la gente le gusta creer", comenta.
Otro mago, el estadounidense James Randi, se ha convertido en el principal detractor no solamente de Geller, sino de otras
personas que dicen poseer poderes mentales o mágicos, en una cruzada similar a la emprendida por el fallecido Harry Houdini.
Randi dijo en una entrevista publicada en 1991 por el diario International Herald Tribune, que las capacidades
psíquicas de Geller consistían únicamente en engañar a todos, incluso a los científicos, con "trucos del tipo que solían aparecer
en las cajas de cereales cuando yo era niño". Luego, en su libro The Truth About Uri Geller señaló el supuesto mentalista
como un ex modelo y mago de bares con una gran capacidad de manejo de los medios de comunicación.
Dejando la ciencia a un lado, el buen ilusionista sabe bien como ganarse a su público. "A mí me
ha pasado algo muy curioso", platica Ari Sandy, " yo hago un juego de levitación de una chica con un una escoba, y varios
doctores, gente preparada, se han acercado a preguntarme acerca de la forma en que la hipnotizo para levitarla en el aire.
Todo depende de qué tanto se quiera fregar uno a una persona para encontrar la forma de hacerlo. Siempre les aclaro que se
trata de un espectáculo". El truco consta de la siguiente manera: de pie, hace que un lápiz suba y baje dentro de una botella.
El secreto consiste en atar un hilo transparente de unos 30 centímetros de largo a un botón de la camisa y el otro a la punta
del lápiz, el cual se mueve simplemente adelantando y alejando el brazo del pecho. El efecto podría engañar a cualquiera si
no se sabe que es un mago profesional quien lo hace.
Si en verdad es posible mover objetos con la mente, siempre resultará más práctico tomar las cosas
en nuestras manos que estar esperando a que nos lleguen solas, simplemente porque así lo queremos. Tal vez esa sea una actitud
que debamos aplicar en toda nuestra vida.
Aquelarre.- Reunión nocturna de brujos y brujas, con la supuesta intervención
del demonio ordinariamente en figura de macho cabrío, para la práctica de la superstición.
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