III




L A V O Z

    Hay un tipo de música en todas, absolutamente todas las películas que vemos los que hablamos español, -y digo español porque es el idioma que se habla no sólo en España sino en casi toda Hispanoamérica- que no llega a ser música en sí, es un sonido brillante, lleno de vida, lo que hace que veamos a los tipos y tipas de una película como verdaderos actores: El doblaje. Sin el doblaje del idioma que sea al español no habría cine extranjero, nada, cero.

    Los actores de doblaje dan una musicalidad a la película que ni la mejor composición sonora podría superarlos.

    Hasta la película más retirada hacia la banda de las del tipo "b" o "c" o la letra que sea, tienen unos doblajes estupendos que son los que de verdad nos hacen soportar casi cualquier película.

    Es muy fuerte pensar que los que lloran, ríen, gritan, hablan en voz baja, demuestran una emoción, se enfurecen o se alegran NO son los que se mueven en la pantalla. Los que se mueven en la pantalla son una especie de mimos que gesticulan y abren la boca, se mueven de un lado para otro y hacen que hacen. El Alma de la película está en esos actores que ponen la entonación justa a cada momento.

    Evidentemente en una gran producción los actores de doblaje son mejores, y además suelen doblar a los mismos intérpretes, lo que hace que esos actores se familiaricen con nosotros de manera más natural. Paul Newman con una voz distinta a la que normalmente estamos acostumbrados a escuchar, hace que se convierta en otro actor, ya no es Paul Newman, fijaros, ya veréis.

    En una película muy famosa, "El Resplandor", actuaba el excéntrico Jack Nicholson. (perdonarme si me pongo hoy un poco tonto con nombrecitos.) Este actor al que casi siempre le hacen hacer de malo o de loco, le cambiaron la voz de golpe y porrazo. Eso hizo que la calidad de la película decayera en un tanto por ciento muy grande; ya no era el actor de siempre, era otro. El que le doblaba en esa película ni era actor de doblaje ni era nada; un vulgar y corriente señor que andaría paseando por algún parque al que le dijeron que doblara la película, eso es todo.

    Sé que hablo desde mi punto de vista, sé que los gustos actúan como en todas las cosas, pero yo no hablo de gustos.

    El otro día pude ver una película que más mala no podía ser, vamos, más mala y no sale. Os digo el título de dicha película para que no la veáis nunca; "Muerte en el Espacio"; qué horror, qué miseria, qué podredumbre, qué... Bueno, mejor lo dejo. Pero, amigos míos, el doblaje la salvaba. No puedo imaginarme ese bodrio en la cultureta forma de V.O.S, versión original subtitulada, la mayor horterada de los últimos tiempos.

    Y así hay un montón de películas malísimas, que si no fuera por el doblaje que los espléndidos actores de voz hacen, no habría cine ni en broma.

    Creo que el secreto de todo esto está en que las voces de los españoles e hispanohablantes en general, carecen de frialdad; la gente es fría en todas partes, pero el español tiene la característica de modular la voz de muchas maneras. Los yanquis hablan todos igual. Me hace gracia cuando dicen de un actor extranjero; "Qué voz más bonita tiene fulano de tal o mengano de cual". Pero si son las mismas, parecen estar todas hechas del mismo molde sonoro. Y es que con el uachi uachi, no hay manera de modular nada.

    Un poco rollo, pero bueno, me apetecía hablar del instrumento más antiguo de toda la humanidad, que es, según algunos, la voz.



    L A V O Z (II)

He de negar la mayor, como a veces se dice, al respecto de lo que Susana dijo, pues es la lógica la que manda y no los gustos, por muy extraño que esto nos pueda sonar.

Si fuéramos ingleses o yanquis, ver una película en los idiomas de esos países sería lo normal, pero como no somos ingleses ni yanquis y el mercado cinematográfico nos impone a todo el planeta ver películas de esos lugares, esas películas hay que doblarlas, o traducirlas, vaya, para que nos enteremos de algo, y si además son dobladas por personas cuyas voces son excepcionales, mejor que mejor.

Ver películas en VOS (versión original subtitulada) es no ver nada, es entrar en una sala o ver una película en la televisión letras y más letras que salen en la parte inferior de la pantalla, con el consiguiente despiste de lo que pueda suceder en la trama de la película.

Además pensemos que no sólo está, -gracias a los dioses- el cine yanqui, también hay cine japonés, ruso, francés, portugués, etc., etc., y que también necesitan ser dobladas para que nos enteremos también de algo.

Coincide que en España están los mejores dobladores de todo el mundo, pero además ya con una trayectoria en el tiempo de más de cuarenta años. No sé si en otros países hispanohablantes también hay actores de doblaje; en México sé que hay unos pocos y que son de muy buena calidad. Pero el actor de doblaje español es conocido en el mundo entero y su prestigio va más allá de lo que imaginamos.

Creo que fue el actor Paul Newman, -que también lo sacamos a relucir la semana pasada- el que una vez de visita en España conoció al que le doblaba todas sus películas. Newman se sintió halagado por tener tan formidable voz en el cine español, y dijo que siempre querría ser doblado por ese actor, y creo que así fue. Por lo tanto estamos ante un hecho que gusta hasta a los mismísimos actores internacionales.

Los ejemplos que ponía Susana: Lawrence Olivier y Harvey Keitel, son la excepción que no sé si confirman la regla o la escuadra, pero que no tienen nada que ver con la montonera de actores de hoy en día que solo hablan el uachi-uachi. Lawrence y Harvey, eran ingleses, y el inglés que utilizaban en caso de hablar ese idioma, era un inglés Sespiriano, si, de Shakespeare; nada que ver con el de un Brad Pitt o un Nicholson, por poner dos ejemplos.

Amiga Susana, lo siento, pero el cine yanqui y extranjero en general hay que doblarlo, sobre todo si se van a utilizar actores de doblaje español. Y no por el dinero que puedan ganar o no ganar los que hacen ese trabajo, sino para poder entender algo de los que nos cuentan en la pantalla, así de simple.

Para terminar, decir que hay algo entre los actores de cine y demás gente de realización y los actores de doblaje que no se logra comprender, me refiero que siempre hay como algo que quiere tapar y emborronar el espléndido trabajo que los dobladores hacen. Y es que me parece que los actores de cine, no lo hacen ni la mitad de bien que los dobladores. Ojo, que en el cine español, también se doblan a actores españoles; hay actores que es que no tienen ni voz, por lo tanto necesitan de un doblador quizá con más urgencia que uno extranjero. Son cosas que pasan.


E S F E R A

( "Sphere", en el habla inglesa, lo que pasa es que no es cierto, los yanquis quieren decir en esa película "La Espera", lo que ocurre es que como se están comiendo siempre letras, pues les pasa los que les pasa, de "Sphere", se olvidan la "e" del principio, y luego hasta ponen una "h", de verdad, cómo son. ) ( Jolines, qué preámbulo más largo. )

Todo es muy curioso, si, si, todo. Y es que las cosas pueden cambiar de un segundo a otro. Lo digo porque casi me quedo sin participar en esta visita diaria que aunque pueda parecer muy pesado, me es esencial ya en la existencia de la vida.

Cuando hace a penas veinticuatro horas que he escuchado la banda sonora de la que quiero hablaros, casi me sucede lo que según cuentan pasa en la película: Todo es agua, toda la trama de la película transcurre bajo el agua; será de esas típicas películas de las que tan de moda están hacer ahora. Pues bien, un reventón de una tubería me obligó a estar vaciando agua y más agua de una especie de pozo donde está el paso del agua. Yo para animarme me imaginaba que estaba siendo partícipe de esa película, y la música sonaba en mis oídos para darme la impresión de que lo que me estaba sucediendo era una película, o un sueño, pero no, era real.

Bueno, el caso es que Eliott Goldenthal es el "genio" que he descubierto, y aunque sea muy precipitado decirlo así, he notado en esta nueva banda sonora que ha compuesto, que su estilo sigue siendo el mismo que en el de la película de "Entrevista con el Vampiro", de la cual ya os hablé.

Goldenthal consigue así hacerse un músico entre los millones de "musicuchos" que hay en el orbe musical. A la música que ha compuesto Goldenthal para la citada película le ha puesto el nombre de "Suite", que aunque pareciera estar ya de modé, es curiosa esa mezcla de lo ortodoxo musical y las nuevas tendencias. Además no solo en los nombrecitos sino también en la instrumentalización; desde las trompetas más espectaculares, hasta los equipos de sintetizadores más impresionantes. Todo eso, mezclado con una especie de sonido-ruido convertido en música, que ya quisieran para sí "musicuchos" como los "famosísimos" dodecafonistas y ruidosillos en general.

Quizá la música sea algo violenta, pero también consigue atmósferas de un suspense nuevo, limpio de humedades y de oscuridad sucia. "Adagio Tenebroso" es uno de los nombres de uno de los movimientos o partes de la obra musical, lo que le da ese toque del que he hablado mezcla de lo supervisado por la "escuela conservaturil", y la fantasía más refrescante.

Joén, si es que parezco hasta un crítico de verdad.

No, pero de verdad, aunque esto parezca un delirio tonto y sin transcendencia alguna, me parece importante hacer este tipo de reflexiones, de alguna manera también se trata de un "Proceso Musical" del que hablaba el otro día.

Si veis la película ya me diréis qué tal es.

La verdad es que si gracias al cine se consigue que siga habiendo buenos y serios músicos, que se continúe haciendo cine. Y no me refiero a la seriedad en los músicos por su "sapiencia" de conservatorio, ni mucho menos, me refiero al hecho en sí de que sigan surgiendo nuevas facetas en la creación de nuevas músicas que rebasen los estúpidos límites que ha puesto el conservatorio musical, para que así se crean ellos, los conservatoriles, los únicos capacitados para saber, para hacer y para opinar sobre música. Eso, amigos míos, se ha acabado.



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