De: "Cada día una Música" Beethoven Desconocido II
23-11-99
Sonata Violonchelo y Piano Nº 5
Sé perfectamente, Krónidas del Alma, que esto puede ser duro de
escuchar,
pero eso solo pertenece a las convenciones de lo que se nos ha
dicho que es
la música clásica; "música cláscia" son solo dos
palabras que quedan muy
bien juntas, pero de ahí a SER algo hay un buen trecho.
Es posible que dentro del vasto mundo de la Música haya un grupo
muy extenso
de creadores que quepan todos juntitos en esas dos palabras;
vale, sí, los
hay, y suenan muy bien y todo eso; trabajaron duro, y además lo
hicieron por
la Belleza, y por Amor muchos de ellos; por dinero, NUNCA, y no
porque no se
deseara, sino porque la Música en sí NUNCA ha dado un duro.
Luego sí, pero
no es por la Música, sino por otras historias.
El caso es que estamos ante una de las Obras más Sentidas de
Beethoven.
Técnicamente creo que es "Sonata para Violonchelo y Piano
en ni se sabe
menor, opus tal número 5", pero todo eso es una mandanga
que a cada día que
pasa me pone más enfermo.
Por una sencilla razón: La Música de Beethoven es tan
indefinible, que
encasillarla, -ya no solo en el grupo de "música
clásica"- en el contexto de
un nombre vulgar como sonata para tal y cual, en fin, es cutre.
Eso lo hizo
el amigo Beethoven para llevar un control de lo que hacía; el
Orden no tiene
que ver con el Futuro, sí de que se conserve, pero NO para que
luego se siga
diciendo lo mismo.
Quiero decir; esta Música fascinante va más allá de un piano y
de un
violonchelo; toca aspectos del alma que ninguna otra Música
toca. Es como el
escrito que nos impresiona; ¿cómo vamos a ponerlo en la
literatura junto con
los otros literatos? Es OTRA COSA, está aparte, en otras
esferas.
Pues así sucede con esta Música desconocidísima de Beethoven;
es de las
Fuertes, de las Titánicas, de las que cuando escuchas en una
versión normal,
no entiendes cómo solo son cuatro manos las que hacen sonar esta
Sinfonía;
porque a fin de cuentas lo que Hizo Beethoven no es más que
Sinfonía tras
Sinfonía; de innumerables colores, de inmensas tonalidades;
hacedoras de
Mundos que solo en el tiempo en que las Almas se Diversifiquen
por el
Espacio Propicio, podrán Sentir; no ver, Sentir.
Os recomiendo muy de verdad escucharla entera; es como la lectura
de algo
formidable que es muy largo pero que no puedes despegar los ojos
de las
letras que conforman las palabras jamás mejor escritas. Así,
estos veinte
minutos se pasan como si fueran un suspiro, un glorioso abrir y
cerrar de
ojos; y su intensidad, una vez sentida hasta en lo más hondo del
alma, llega
a desequilibrar hasta el mismísimo organismo; desaparecemos y
nos fundimos
con la Música.
Un fuerte abrazo.
Quirón
Sonata Violonchelo Piano en formato ZIP.
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