De: "Cada día una Música" Beethoven Desconocido y VII
28-11-99
Sonata Revolución,
Hamerklavier
Al principio parece imposible que uno pueda meterse pál alma o
para el
espíritu, toda o casi toda una creación de un autor. Sin darme
cuenta Caí en
ello, de esto que caes en una Montaña de Deliciosas plumas de
aves de
paraíso que no existen; de esto que te dejas mecer por la
supuesta locura
que es la de sentir la Obra de otro en tí mismo, sabiéndote
casi ese mismo,
y otros, y así todo el rato.
Hoy es el último día, pero no la última vez que escucharemos a
Beethoven,
faltaría. Había pensado en lo más extraño, en lo más lejano
del conocimiento
de nadie en el Sonar este peculiar del Beethoven
desconocidísimo. Se me vino
a la cabeza la Monumental y casi inabarcable Sonata Hamerklavier,
la que se
llamó como, -y perdonar la estupidez- "la de los
macillos", puesto que se
trataba ya de un piano en toda regla, seguramente el que ideara
el ya citado
aquí, Cristóforo. Pero para Beethoven había otros
constructores que hacían
pianos única y exclusivamente para él; en plan sintetista
electrónico de los
de ahora, pero Beethoven con mamotretos que llevaban mamparas que
aumentaban
el sonido y las vibraciones.
En definitiva, que esta Sonata es la que inaugura de manera total
lo que es
el piano clásico de hoy en día. Inaugura, ya por parte de
Beethoven, la
superación absoluta de un pianista. ¿Sabéis estos concursos de
piano que
hacen por todas partes? Pues en ni uno se presenta nadie con esta
obra. Muy
pocos han sido los que se han atrevido a interpretarla de pe a
pa; de pe a
pa significa desde el primer movimiento, -el que escuchamos-
hasta el
cuarto, casi tres cuartos de hora más tarde, con retruécanos
que nadie sabe
cómo se consiguen; con cadencias que llegan a hacer retumbar
todos los
universos al unísono; esto último no lo saben ni los
mismísimos pianistas.
En principio iba a haceros llegar el Tercer Movimiento, pero
luego lo pensé
mejor; no os subestimo, queridos Krónidas, nada más lejos de mi
pensamiento.
Pero esta Sonata en su totalidad ya es una especie de acertijo,
uno de esos
mensajes que se lanzan al Tiempo para que alguien lo comprenda,
no solo lo
escuche, porque seguramente no se trata solo de escucharlo;
Beethoven cuando
compuso esta Obra ya no oía prácticamente ningún sonido, ni
por muy agudos
que fueran, sonidos estos que eran los más escuchados por su mal
tratado
oído. Sí, entonces, ¿para qué lo del piano? Porque cuando las
vibraciones
son muy fuertes actúan como sonido tonal, notal, como se quiera
decir.
El Tercero de los Movimientos de esta Titánica y Colosal Obra
sobrepasa los
límites del alma, y te hace vivir, por unos largos minutos, el
Espíritu de
alguien que viene de muy lejos por el futuro, pisando pasados y
destruyendo
presentes que son de furia y de asco al mono loco, al homínido
que deja
morir a los genios sin importarles el sentido ni el tiempo ni
nada.
Así que es mejor que suene, para todos Vosotros, queridos
amigos, esta
especie de Historia que nos cuenta mil Aventuras anímicas de mil
mundos
distintos, llenos de Luz y Imaginación nunca Soñada antes.
Tened paciencia y comprenderla.
Un abrazo grande y de emoción.
Quirón
Sonata
Hamerklavier, 1mer mo. en formato ZIP.
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